Ayer en Chile se desarrolló la primera vuelta de la elección presidencial. Además, hubo elecciones para el Congreso y los Consejos Regionales.
Los resultados indican que el ex presidente Sebastián Piñera, de la coalición de centro derecha “Chile Vamos”, se ubicó primero con un 36,6 % de los votos. En segundo lugar quedó Alejandro Guillier, de la coalición de centro izquierda La Fuerza de la Mayoría, que obtuvo 22,7 %. Además, la gran sorpresa de la jornada la dio la nueva coalición de izquierda, el Frente Amplio; su candidata presidencial, Beatriz Sánchez alcanzó el 20 %, con lo cual estuvo muy cerca de la posibilidad de pasar a la segunda vuelta.
Para analizar los principales números y el escenario que se abre de cara a la segunda vuelta presidencial, vamos a conversar con Fernando Rosenblatt, doctor en Ciencia Política, Profesor Asociado y Director de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, en Chile.
EC: Fernando, ¿cuáles son los primeros apuntes de la elección de ayer?
FR: Lo primero que tenemos que destacar es lo que tú señalabas recién en la introducción. Por un lado, ganó Piñera y en segundo lugar quedó Alejandro Guillier. Pero, al mismo tiempo tenemos que decir, como tú muy bien indicabas, que el Frente Amplio fue la gran sorpresa. No sólo quedó en tercer lugar, cosa que ya parecía más o menos clara, sino que superó ampliamente las expectativas de los más optimistas dentro Frente Amplio (FA). Quedó incluso muy cerca del candidato del oficialismo, de Alejandro Guillier. Nuevamente, las encuestas volvieron a fallar.
EC: Sí, quedó tan solo a poco más de dos puntos porcentuales por sobre Beatriz Sánchez. Las encuestas volvieron a fallar, decías tú.
FR: Sí, por un lado, le daban a Piñera un porcentaje mucho más alto, sobre el 40% y a Beatriz Sánchez le daban menos de 10%. Hablar de las encuestas y el por qué de los problemas sistemáticos nos llevaría a otro análisis. Por lo pronto, uno no ve mejoras desde el punto de vista metodológico. También hay que decirlo, el escenario era muy complejo, por la combinación de voto voluntario con una fragmentación del espectro político.
EC: En nuestra conversación hace algunos días tú decías que había una gran preocupación por la participación en estas elecciones, precisamente porque el voto es voluntario y porque los partidos y la política en general están muy cuestionados.
FR: Sí, y efectivamente la participación fue baja. No fue terrible, como lo fue en la elección municipal del año pasado pero sí fue muy baja: 46%. En términos relativos, la participación fue menor a la primera vuelta de 2013.
Además, se volvió a repetir que en las comunas más pobres la participación fue significativamente más baja. Por ejemplo, en La Pintana la participación estuvo apenas sobre el 30%, según datos de DecideChile (hago la precisión de la referencia porque en la web del SERVEL, servicio electoral, todavía no hay datos con los niveles de participación).
Esta baja participación es bien preocupante, especialmente porque se invirtió mucho dinero en motivar la participación y porque era una elección con más “oferta”, había más competencia.
Lo que pasa es que cuando no hay organización partidaria, cuando no hay ejércitos de voluntarios, es bien difícil movilizar; los voluntarios, los militantes son necesarios para difundir el mensaje y que no todo dependa de un comando central. Esto ya lo dije la vez anterior y lo reitero. Esto es una reivindicación de la militancia voluntaria, de la organización en el territorio. Hay cosas que ni twitter, ni la televisión ni el big data van a modificar, a pesar de que todas esas herramientas sean útiles, claro. Pero, la política es contacto. Eso es costoso y no es de un día para otro. Pero ese es, digamos, controlando por oferta, competitividad, etc, un diferencial importante para generar participación. En Chile ayer estaba dado todo para que hubiera más participación y sin embargo no, porque faltó organización. Incluso el metro en Santiago era gratis.
EC: Bien. Sigamos adelante analizando los resultados. Decíamos que Piñera ganó, pero tú agregabas que lo hizo con un porcentaje menor al que le atribuían las encuestas en los días previos. Además, Alejandro Guillier será su competidor en segunda vuelta. Y obviamente, el gran resultado de Beatriz Sánchez y el FA es para destacar. ¿Qué otros resultados destacarías?
FR: Lo primero es detenernos un poco en el resultado a nivel del Congreso.
EC: ¿Cuáles son las principales novedades allí?
FR: Por un lado, la confirmación del resultado desastroso de la Democracia Cristiana (DC). Recordemos que este partido tradicional de Chile, que durante muchas décadas fue el eje de la política chilena, decidió competir con candidata propia en primera vuelta. Es decir, desde el retorno a la democracia, la DC había formado parte de la Concertación, una coalición de centro-izquierda que en las elecciones de 2013 incorporó al Partido Comunista y se llamó Nueva Mayoría.
En esta elección, la DC optó por llevar candidata propia a la primera vuelta, Carolina Goic. El resultado fue desastroso, quedó en cuarto lugar, abajo del candidato de derecha independiente José Antonio Kast.
Esto también se reflejó en las candidaturas al Congreso. Varios candidatos emblemáticos, como el presidente del Senado Andrés Zaldívar o Ignacio Walker quedaron fuera del Congreso. Ahora hay una DC muy disminuida y con muchas fracturas internas.
EC: ¿Y el éxito de la candidatura de Beatriz Sánchez, de la coalición de izquierda Frente Amplio, se trasladó a la elección de diputados y senadores?
FR: Sí, ni el más optimista dentro del FA esperaba el resultado ni a nivel presidencial y mucho menos a nivel del Congreso. Ellos estimaban entre 7 y 9 diputados y obtuvieron 20 (según los datos de la madrugada de hoy) e incluso eligieron un senador por la región de Valparaíso.
Es decir, el resultado fue muy positivo para el FA, una coalición que no tiene ni un año y que, como decíamos hace unos días en el contacto previo a las elecciones, agrupa sectores que emergen tras el movimiento estudiantil y otros partidos menores de izquierda, como el Partido Humanista.
EC: ¿Qué otros aspectos podemos marcar de la elección de ayer?
FR: El resultado electoral a nivel del Congreso se explica en parte porque era la primera elección sin el peculiar sistema electoral binominal. Ayer empezó a operar un sistema proporcional “moderado”, y se elegían no ya 2 por distrito o circunscripción sino entre 3 y 8.
Entonces, a priori, ese cambio podía hacernos presumir un Congreso más fragmentado. Y eso es lo que terminó ocurriendo. Claro, no esperábamos este resultado para el Frente Amplio, insisto, ni ellos mismos. En algunos casos, algunos candidatos se vieron beneficiados por el arrastre de algún compañero de lista que obtuvo una muy alta votación y por eso terminó electo, como es el caso del distrito 10, donde ganó Giorgio Jackson, líder de Revolución Democrática, partido que integra el FA y ex líder muy reconocido del movimiento estudiantil. La votación de Jackson permitió que otros dos candidatos también fueran electos en ese distrito (al menos así parecía hasta hoy a las 2 de la mañana, última vez que revisé).
También, claro está, el éxito de la candidatura de Beatriz Sánchez puede haber incidido en la muy buena votación.
Otra novedad de ayer fue el debut de la Ley de Cuotas, que hizo que al menos el 40% de las candidaturas de los partidos fueran de mujeres. No tengo los resultados definitivos pero lo cierto es que todo indica que hay un aumento en la cantidad de mujeres electas. Puede haber varios factores que expliquen esto pero ciertamente la Ley de cuotas es parte de esta tendencia. No es inequívoco el efecto porque muchos partidos cumplieron con la regla colocando mujeres en distritos donde era claro que no tenían chance. Hay mucho para corregir allí, pero lo cierto es que aumentará la proporción de mujeres en el Congreso.
EC: Ayer también era la primera elección en la que pudieron votar los chilenos en el exterior
FR: Efectivamente, los chilenos en el extranjero podían votar pero solo en la elección presidencial. Para poder votar tenían que inscribirse, a diferencia de los ciudadanos en Chile, donde la inscripción es automática. Al cumplir 18 años uno queda habilitado para votar. Había 39.000 inscriptos y participó un 58-59% según el portal decidechile.cl. Sobre un total de más de 14 millones de habilitados para votar, y 6 millones y medio de votos emitidos, la cifra de votos en el extranjero es más bien simbólica pero no deja de ser un hito importante.
EC: ¿Cuál es el escenario que se abre ahora para la segunda vuelta?
FR: Sebastián Piñera, el candidato de la centro-derecha, arranca primero. Ganó la primera vuelta, pero, como decíamos hace unos minutos, lo hizo con un porcentaje bastante menor que el que se pronosticaba. De hecho, si sumamos sus votos y los de José Antonio Kast, candidato independiente de derecha—a la derecha de Piñera—, no llega al 45%.
Ahora, del otro lado, Alejandro Guillier la tiene aún más difícil. En esta primera vuelta obtuvo un 22,7% de los votos. Si sumamos los votos que obtuvo Carolina Goic de la DC y Marco Enríquez Ominami, candidato del PRO que se ubicó en sexto lugar, llegamos a un 34 y poco. Por un lado, no está para nada claro que todos los votantes de Goic y Marco Enriquez Ominami votarán por Guillier. Además, la gran incógnita es qué pasará con los que votaron por Beatriz Sánchez en esta primera vuelta. Es decir, Alejandro Guillier tiene un escenario más complejo para sumar voluntades.
Por un lado, el único que ayer se expresó a favor de un apoyo a Guillier en segunda vuelta fue Marco Enríquez Ominami. No sabemos qué va a pasar con la DC, muy afectada por conflictos internos y ciertamente por el resultado de ayer. Finalmente, en el caso del FA, ya dijeron que se darán un tiempo para deliberar al interior de la coalición. Algunos, a título personal, sin dar un apoyo explícito a Guillier, indicaron que una victoria de Piñera sería un retroceso para Chile.
Habrá que analizar los rasgos del votante del FA pero, por lo pronto, hay que tomar en cuenta que muy probablemente es un votante más joven o es un votante que siempre ha estado distanciado (o se fue distanciando) de la centro-izquierda “concertacionista”.
El movimiento estudiantil, el FA, en definitiva, surgen en parte por una ruptura de los partidos de la centro-izquierda con sus bases sociales, por un desencanto y distanciamiento con una centro-izquierda que, como dicen algunos, tuvo mucho de Excel y poco de política. Entonces, no me queda tan claro que haya un apoyo masivo y automático por Guillier, especialmente cuando el voto es voluntario.
Lo que sí está claro es que el escenario de segunda vuelta está mucho más abierto y será una elección más reñida de lo que esperábamos para el nivel presidencial. Eso quizás termina motivando al votante de Beatriz Sánchez o, si se quiere, “frenteamplista” de primera vuelta.
Crédito foto Home: Marvin Recinos/AFP