A principios de setiembre se trasladó a la última tanda de vecinos que vivían en la zona; las viviendas que quedaron fueron demolidas y el terreno se está limpiando
Desde la década del 40, en la esquina de las calles Isla de Gaspar y Larravide existió un asentamiento con más de 200 familias. Era el más viejo de Montevideo. Era, porque a principios de setiembre se culminó el realojo del barrio entero.
La última tanda consistió en unas 56 familias, trasladadas a un conjunto habitacional en Flor de Maroñas. Se completó así un proceso de más de una década de militancia de los vecinos, desde que en 2005 se comprobó que el suelo tenía niveles altos de contaminación por plomo y materia fecal, y se determinó que la mejor opción era realojarlos.
¿Cómo fue el proceso? ¿Por qué demoró tanto? ¿Cuál es el futuro para estos vecinos y para ese predio que se está limpiando? Para hablarlo, En Perspectiva recibió en estudios al arquitecto Salvador Schelotto, director nacional de Vivienda, y a Inés Giudice, integrante del equipo de asesores de esa dirección. Además, Rosario Castellanos se trasladó hacia la zona de Zum Felde y Camino Carrasco, a donde fue realojada una tanda de vecinos.
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