Foto: EVARISTO SA / AFP
El “retiro de presidentes” de Sudamérica, convocado por Lula da Silva, y que finalmente fue una cumbre de mandatarios, tuvo ayer en Brasilia y culminó con llamados a superar las diferencias "ideológicas" y a trabajar en la integración regional.
Pero las diferencias sobre Venezuela volvieron a generar divisiones.
Once gobernantes participaron en el encuentro, ideado por Lula para dicutir de forma distendida y con franqueza.
Si bien no había agenda previa, el objetivo era relanzar la integración regional.
En la declaración de consenso negociada aprobada al final de la cita los presidentes afirman haber acordado promover “iniciativas de cooperación sudamericana”.
"Reconocieron”, dice el texto, “la importancia de mantener el diálogo regular, con miras a impulsar el proceso de integración en América del Sur y proyectar la voz de la región en el mundo" y "decidieron establecer un grupo de contacto, encabezado por los Cancilleres, para evaluación de las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta para la integración de América del Sur, a ser sometida a la consideración de los Jefes de Estado".
Lula, que ha intentado devolver protagonismo a Brasil en la escena internacional, dijo en su discurso de apertura:
"Dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran esfuerzos de integración, abandonamos canales de diálogo y mecanismos de cooperación, y con eso todos perdimos".
"Los elementos que nos unen están por encima de las diferencias ideológicas", añadió Lula.
Lacalle Pou, en tanto, se pronunció en contra del relanzamiento de la Unasur y llamó a buscar acciones concretas:
"Estas reuniones a todos nos sacan tiempo de nuestro real deber que es con nuestro pueblo, con nuestras naciones. Cuando sacamos el tiempo de nuestro gobierno en nuestros asuntos internos, venimos tratando de que estas reuniones generen consecuencias reales positivas.
Yo quiero celebrar el concepto del presidente de Guyana: a nosotros se nos va a juzgar por las acciones. Se nos va a juzgar por los resultados. Con lo cual, creo que debemos de parar esa tendencia a la creación de organizaciones. Vayamos a las acciones".
Además, reverberaron los ecos de la recepción que el presidente anfitrión le había hecho a Nicolás Maduro el lunes, cuando afirmó: "Compañero Maduro, usted sabe la narrativa que se construyó contra Venezuela: la de la antidemocracia, del autoritarismo".
Lacalle Pou quien apuntó ayer contra esas declaraciones para remarcar las diferencias que siguen pesando en la región. "Quedé sorprendido cuando se habló de que lo que sucede en Venezuela es una narrativa", dijo Lacalle durante su discurso. También Gabriel Boric, el presidente izquierdista de Chile, se plantó en ese tema: “Nos alegra que Venezuela retorne a las instancias multilaterales (…) eso, sin embargo, no puede significar meter debajo de la alfombra principios importantes para nosotros”. Según trascendió, Boric le comentó respetuosamente a Lula en presencia de Maduro que discrepa de sus palabras de que “la situación de los derechos humanos en Venezuela es una construcción narrativa. No lo es”,
¿Qué primeras conclusiones pueden sacarse de esta instancia? Conversamos En Perspectiva con Carlos Luján, politólogo y experto en relaciones internacionales.
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Documentos de interés: Declaración Consenso de Brasilia