La posibilidad de un descubrimiento petrolero en el mar, con las tensiones entre los miles de millones de dólares y los compromisos ambientales contra el cambio climático… ¿les suena la discusión?
Ese es el disparador para la nueva temporada de la serie política Borgen.
Hace un par de años comentábamos y destacábamos aquí En Perspectiva esta serie danesa que se emitió originalmente en la televisión pública de su país entre 2010 y 2013, pero que encontró tiempo después una audiencia internacional en Netflix.
Por más que la política de Dinamarca suene lejana, había algo fascinante en los manejos políticos de la sorpresiva primera ministra Birgitte Nyborg y del mundo de rivales, periodistas y asesores en comunicación.
Tal fue el éxito de Borgen que la Netflix la revivió e invirtió en una cuarta temporada, a nueve años del final original. Finalmente sus ocho episodios se colgaron en la plataforma semanas atrás, aunque con un título apenas diferente: Borgen: Reino, poder y gloria.
Y como con cada uno de estos regresos tardíos, a los fanáticos nos daba tanto esperanzas como temor de que lo nuevo no estuviera a la altura. Entonces: ¿lo está? ¿Hay que sumergirse nuevamente en el universo de Birgitte Nyborg?
Esa es una de las preguntas que charlamos con dos amigos de la casa: Federico Irazábal, sociólogo, consultor en comunicación política, integrante de La Mesa de Análisis Político; y Antonio Cardarello, politólogo y también habitual integrante de La Mesa de Análisis Político; además, desde Dinamarca, Cecilia Arregui, periodista que está radicada en ese país donde transcurre la serie…