Se discute sobre los cargos de particular confianza, que cesan con el jerarca que los designó, pero no sobre los excesivos cargos de carrera que permanecen en sus cargos a lo largo de los años, dice Darío desde la audiencia. Expone el caso de UTE, donde el Directorio y el sindicato acordaron reducir los cargos medios y gerenciales, y al cabo su número aumentó considerablemente.
Miran el árbol y no el bosque. Se ha dicho en estos últimos días que a nivel nacional hay unos 850 cargos de particular confianza en todo el Estado. Son cargos a término por lo cual, cuando el jerarca deja la responsabilidad, se tienen que retirar y por lo tanto no se les paga más el sueldo.
Pero voy a contar algo que conozco. Entre los años 2010 y 2013 se desarrolló un proyecto de reestructura de UTE, llamado Bambú. Los acuerdos entre el Directorio y el sindicato, Aute, pautaban varios aspectos de los cuales destaco:
– La forma de participación del sindicato en este proceso.
– Ambas partes coincidían en que la cantidad de cargos de mandos medios y gerenciales, 750, era excesiva para las necesidades de UTE, y establecieron en un acta (la número 2) que esa cantidad debía disminuirse.
Pues bien, como resultado de esa reestructura llamada Bambú, que se expresa en dos resoluciones del Directorio de UTE, la empresa queda con más de 1.100 cargos de esa naturaleza, casi 350 más de los que había antes. El salario más bajo de este escalafón (sin ningún otro beneficio) arranca en casi 90.000 pesos. Está disponible toda la información necesaria. Y reitero: allá por 2010, ambas partes coincidían en que aquel número de 750 cargos medios y gerenciales ya era excesivo.
Esto tiene un costo para el Estado mucho mayor que otros casos de los que se ha hablado, solo en UTE. ¿Y en el resto?
Estuve, siendo adolescente, en el primer acto del FA el 26 de marzo de 1971 en la explanada de la Intendencia. Me crié queriendo esa bandera. Milité como miles y sufrí la dictadura como miles, para que el FA llegara al gobierno y cambiar el país. Voy a seguir militando para que gane otra vez, pero no quiero que gane para que se sigan haciendo estas barbaridades, ni otras que tienen que ver con el amiguismo y el acomodo de familiares que han practicado en UTE.
Darío Gómez
Vía correo electrónico
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