La audiencia opina…

Escolaridad liceal y aptitud laboral

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El Banco de la República no utilizará la escolaridad como primer filtro de los postulantes en un próximo concurso público para cargos administrativos. Según el sindicato, Aebu, promotor de la resolución, ese era “un método de selección elitista que deja afuera a muchos uruguayos que no tuvieron posibilidad de tener una escolaridad superior”. El anuncio generó reacciones político-partidarias y sociales respecto a si las calificaciones durante la educación media son aptas para habilitar a un concurso de ingreso a un banco. Y la audiencia no fue ajena a la discusión.


El tema pasa porque la mayoría de los que entraron en el último concurso, con promedio de notas 11 y 12, aspiraban a algo más que el banco para su carrera, le daban más bolilla a sus estudios que al banco, y al cabo de dos o tres años se iban del BROU.

El banco no es una empresa privada, no puede contratar los recursos que quiera, en el momento que quiera. Está sumamente regulado. No le sirve tener gente de paso.

¿Cuántas madres solteras o empleados de supermercado que terminan el liceo nocturno logran promedio de 12?

Felipe Arnábal
Vía correo electrónico


El concurso tiene límite de edad. ¿Eso no es discriminante?

María Aguilar
Vía correo electrónico


¿Por qué no hablan de los concursos de profesionales, para los que hay poquísimos llamados ya que sabemos que entran por la ventana?

Las remuneraciones comparadas de profesionales y personas no preparadas, son casi inexistentes. Los límites de edad, son una excusa más para el ingreso de personas con experiencia.

Carlos De Souza
Vía correo electrónico


La escolaridad no lo es todo. No se puede tomar en forma única como método de evaluación. Se puede ser muy bueno para salvar exámenes y muy malo para aplicar el conocimiento y desarrollarse socialmente. Está repleto de estos ejemplos en las distintas profesiones.

Arturo Ferrizo
Vía correo electrónico


¿No deberían ser los cargos públicos los más exigentes?

Ya que seguimos contratando empleados públicos, que son una carga para todos, pero que además son de los trabajos con mejores beneficios del país… ¿no debería ser un privilegio? ¿No deberíamos contratar a las personas más capacitadas?

Soledad Lorieto
Vía correo electrónico


¡No mezclar! Los méritos son muuuy importantes en todo proceso de selección. Otra cosa es que el proceso se base en la escolaridad del liceo. Por favor, no mezclen.

Creo que hay que pedirle que tome la decisión a gente que sepa.

  1. Con las herramientas informáticas de hoy, se puede desarrollar una prueba online básica, clasificatoria para iniciar el concurso. Con eso eliminamos la injusticia del sorteo, o la arbitrariedad del uso exclusivo de una escolaridad.
  2. Solo la escolaridad liceal no es una buena herramienta de pronóstico de desempeño, ya que los jóvenes maduran a distinto tiempo. Un joven con mal desempeño liceal puede ser un buen trabajador.
  3. De todas formas, luego de realizar la prueba online calificatoria básica, se puede utilizar otra prueba más profunda, tanto técnica como psicotécnica, y finalmente utilizar la escolaridad. En este punto se puede cambiar el orden de los factores en función de valores organizacionales, pero no será determinante para el proceso de selección (aunque sí para las personas que participan)

No existen procesos de selección y evaluación perfectos, pero es mejor que los haya a que no.

Lic. Laura Cianci
Vía correo electrónico


Que no se rasgue las vestiduras con los concursos en estos últimos gobiernos, que también (y en muchos casos ha sucedido así) con una "ayudita" en las bases o puntuando muy bien algunos ítems, pueden hacerse de forma tal que tengan nombre y apellido.

Gabriel Nater
Vía correo electrónico


Durante mi ciclo escolar pasé de año con “Sote” hasta segundo, y a partir de allí siempre con “Sote Muy Bueno”. Cuando se eligió a los abanderados, por escolaridad, me dolió. Quedé afuera, no fui ni escolta.

La vida da revancha.  En cuarto de liceo, previo a la ceremonia de jura de la bandera de los de primeros años, el "Pelado Romero", subdirector del colegio, me dijo que iba a ser abanderado (de la bandera de los Treinta y Tres), por mi escolaridad y por ser uno de los mejores alumnos que había cursado todo el ciclo de primaria y secundaria en la institución.

Me quedó grabado de por vida. Un saludo a Alejandra y Virginia, mis compañeras de bandera.

Abanderado = orgullo.

Arq. Rodrigo García Macchiavello
Vía correo electrónico


Ya que lo mencionan, desde hace un tiempo vengo escuchando testimonios de ciertas distorsiones que se vienen generando en la elección de abanderados. Antes era solo por las notas, luego se incluyó el voto de los compañeros, lo que genera algo similar a una campaña electoral incluyendo "compra de votos" y presiones. Es un tema por lo menos para analizar, al igual que la pertinencia o no de cantar una marcha militar como lo es Mi Bandera, en la que “los valientes buscan su sombra" y "no reclaman más honor que morir” por ella.

Rodrigo Vera
Vía correo electrónico


La escolaridad de Secundaria se desarrolla con chicos menores de 18. Si el filtro es ese, termina castigando o premiando a una persona por situaciones que vivió sin ser totalmente responsable.

Es sabido que los resultados educativos son consecuencia de la situación socioeconómica. Si se toma la escolaridad como filtro se propende a reproducir y continuar la desigualdad de partida.

Axen Wert
Vía correo electrónico


¡¿Qué tal si ingresan y los ayudamos a crecer, y los ayudamos a tomar una actitud frente al trabajo que signifique una buena atención al público, que los haga sentirse útiles?!

Es de los trabajos que desaparecerán en 20 años. Ingresémoslos como forma de inclusión y ayudémoslos a superarse.

No es que al Brou no le interese la escolaridad, y  también es bueno decir que hay actuales funcionarios  que no deberían estar pues tiran para atrás. Hay que cambiarles la cabeza.

Soy bancario desde que tenía 17 años, entré como meritorio, hoy soy ejecutivo de negocios; soy afiliado a AEBU desde mi ingreso y doy fe de la buena intención de mi gremio.

Ahora soy empleado público, y me considero bueno. Agradezco a la sociedad la oportunidad que me dio, agradezco todos los días en seguro de desempleo que nos sostuvo durante cinco años, cuando cerraron bancos privados. Agradezco mi trabajo en el Brou, reinsertado por AEBU, por ello pongo la mejor onda, y eso significó mi ascenso.

Marcos Graña
Vía correo electrónico


Aebu quería que se evaluara las habilidades para los perfiles necesarios. Para este llamado no era posible, y quedó el compromiso para el siguiente. También se debe evitar el desestímulo para los sobrecalificados.

Y el partido de Mercader cortó los concursos de ingreso al Estado.

Ernesto Palomeque
Vía correo electrónico


Me pregunto por qué el sistema falla en generar Einsteins, Steve Jobs, etcétera. ¿Estamos midiendo con éxito el conocimiento aplicado a la realidad? ¿O a recordar contenidos y aplicarlos a casos de laboratorio? ¿Llenando de creencias limitadoras basadas en el ego, lejos de la sustancia real y el liderazgo real de impacto?

En la dinámica de grupos donde prima el miedo, el resultado es siempre malo. Vean Proyecto Kiva finlandés en el aula y el ámbito laboral.

Pablo Javier Etchegaray Albanell
Vía correo electrónico


Me gustaría que se publicara la escolaridad en el liceo de los dirigentes políticos y su asociación con su desempeño como legislador, ministro, etcétera.

Fui docente universitario y tengo bien claro que es baja la asociación entre, por ejemplo, el desempeño liceal y el universitario.

Gustavo Garibotto
Vía correo electrónico


No creo que el tema sea escolaridad sí o no para seleccionar a alguien. Creo que el tema es qué peso le damos a ese dato con respecto a todos los demás que hoy se debería tener en cuenta, y que reflejan la escolaridad como hoy se está midiendo.

Mi escolaridad no fue para nada buena; diría que estuvo en el promedio o por debajo en varias materias y, sin sentirme orgulloso por ello, creo que hay una gran cantidad de competencias, talentos y actitudes que no se valoran en el sistema de notas actuales.

La escolaridad no refleja una gran cantidad de dimensiones que son fundamentales hoy, y lo serán mucho más en los años venideros: inteligencia emocional, creatividad, capacidad de resolución de problemas, actitud emprendedora, etcétera.

Gabriel Colla
Vía correo electrónico


Hace tiempo que se está intentando pasar de la evaluación por certificados (escolaridad) a la evaluación por competencias. El Directorio del Brou y Aebu ya lo entendieron. Bianchi y otros todavía no.

Ricardo Ibarburu
Vía correo electrónico


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