Desde la audiencia, Gonzalo comenta las afirmaciones de la senadora Lucía Topolansky sobre la presunta formación académica del ex vicepresidente Raúl Sendic, recordando un documento del MLN en que se calificaba como “cascarriaje” a los militantes de base del propio MLN.
La peripecia personal y política del señor Raúl Sendic (h), desde que se conoció que usaba un título inexistente y todo lo que vino después, resulta agobiante; pero se niega a morir. Escuchando a la senadora Lucía Topolansky, confirmé lo que pienso desde que todo esto empezó: el problema no es el señor Sendic sino quienes se empeñan ganar una batalla perdida desde el primer día, aunque sea faltándonos el respeto como a… “cascarrias”, una palabreja que tiene su historia en Uruguay.
Todos los académicos y todas las fuentes consultadas han coincidido en que no existe en Cuba una licenciatura en Genética Humana. Pero el senador José Mujica y la senadora Topolonasky insisten en que sí existe, y en que el señor Sendic la cursó.
El señor Sendic reconoció (todos lo escuchamos) que él no hizo ninguna licenciatura sino un curso corto de un año que le habilitaba a dar clases. Según Mujica y Topolonasky, sí hizo la licenciatura, de tres años; para obtener el título sólo le faltó un examen y la tesis (aunque ellos habían visto el título).
Cuando todavía pregonaba aquella falsedad, Sendic dijo que 30 años después de la licenciatura, y con los avances producidos en ese tiempo, hoy es "prácticamente un analfabeto" en materia de genética. Tanto, que estuvo en una charla con investigadores y no entendió nada de lo que hablaban. Y que hoy debería volver a estudiar desde cero. Pero, a 30 años de aquel "curso corto de un año que lo habilitaba para la docencia", la senadora Topolansky dijo en su programa que Sendic es "una de las personas que más sabe de genética en Uruguay". En las redes, partidarios del señor Sendic han salido a repetir semejante disparate.
Y esto me lleva al principio. Allá por los 60, un documento del Movimiento de Liberación Nacional usó una expresión que escandalizó a los uruguayos: “el cascarriaje”.
Para la Real Academia, “cascarria” tiene dos acepciones:
- f. Porción de lodo o barro que se coge y seca en la parte de la ropa que va cerca del suelo. U. m. en pl.
- f. rur. coloq. Ur. Persona o cosa despreciable. Apl. a pers., u. t. c. s. m.
Sí; porque en términos coloquiales, en el ambiente rural de Uruguay “cascarria” designa a la bosta que se adhiere a la lana de las ovejas. Y, para aquel documento del MLN, así como toda la izquierda no tupamara era despectivamente calificada como "reformistas", "socialdemócratas", "blanditos", "amarillos", etc., sus propios compañeros tupamaros eran despreciables. Cincuenta años después, ellos siguen siendo los iluminados y todos los demás seguimos siendo “cascarriaje”. ¿Por qué respetarnos, entonces?
Gonzalo Moreno
Vía correo electrónico
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