Cuando mejora la economía del país disminuye el índice de pobreza y también la desigualdad en el total de la población, pero la brecha entre niños y jóvenes no disminuye sino que aumenta en comparación con los adultos mayores. Y, en épocas de crisis, niños y jóvenes son los primeros en caer en la pobreza, señala María Inés Martínez desde la audiencia.
Aporto otro dato o, mejor dicho, otra forma de analizar los datos para La Mesa. Observado el índice de pobreza en los últimos 25 años en Uruguay, al compararlos por edad de las personas, sabemos que la desigualdad por edad en Uruguay es muy importante: a menor edad, mayores son los niveles de pobreza.
Pero además ocurre que, al mejorar la economía del país, aumentar las tasas de actividad y los salarios en el mercado laboral, aplicarse políticas sociales y redistributivas, etc., disminuyen los índices de pobreza y de desigualdad (Gini) en el total de la población, pero aumenta la desigualdad por edades. Esto es que, si comparamos el índice de pobreza entre niños o niños y jóvenes respecto a adultos (y en especial entre adultos mayores), la brecha entre uno y otro grupo no disminuye sino que aumenta.
Esto muestra que en Uruguay, cuando hay mayor bienestar en el país, éste no se distribuye de igual manera entre los grupos de edad, y que los menos favorecidos son los niños y jóvenes. A su vez, en momentos de crisis, son los primeros en caer en la pobreza.
Ratio entre pobreza en niños de 0 a 5 años y pobreza en adultos en edades típicamente activas, en adultos mayores y en la población total (1991-2014)
Un dato llamativo es que, al mejorar la economía, aumenta la cantidad de hogares y disminuye el tamaño de éstos (la cantidad de integrantes del hogar), pero aumenta de forma sistemática la cantidad de hogares con mujeres como jefas de hogar (en todos los niveles socioeconómicos).
Al comparar qué sucede con la pobreza en los hogares con y sin niños, llama la atención cómo, de forma sistemática, la incidencia de la pobreza es mayor en hogares con mujeres a cargo (ver gráfico debajo).
Incidencia de pobreza en hogares con niños menores de 14 años según sexo del jefe de hogar (todos los hogares)
Cabe preguntarnos entonces qué estamos haciendo como sociedad en la protección de las nuevas generaciones.
Faltaría tomar los datos de los últimos dos años, pero creo ver que la evolución es interesante. También tengo algunos datos que buscan explicar esto con otras variables, pero quería compartir esta información con ustedes.
María Inés Martínez
Vía correo electrónico
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