Las noticias falsas difundidas en internet y su impacto en la opinión pública generan preocupación a distintos niveles. En particular, es llamativa la repercusión de falsedades evidentes difundidas o amplificadas a través de las redes sociales… pero no solamente allí, señalan varios oyentes. La respuesta es la actitud vigilante del lector.
Una vez leí: "Todo mentiroso sabe que la mentira más convincente se construye a partir de una verdad, a la que se le quitó un elemento clave".
Por esto me preocupa mucho más lo que no se dice.
Manuel Colombo
Vía correo electrónico
Si, como creemos, los medios de comunicación tienden a favorecer a los servicios de inteligencia y los intereses del establishment de sus países (CNN en EEUU y RT en Rusia), ¿no han pensado que la misma tendencia puede existir en otros instrumentos que usamos diariamente, por ejemplo los buscadores de internet? ¿No sería lógico que los resultados más relevantes estén alineados a la tendencia política que la empresa del buscador quiera favorecer? Lo mismo con las redes sociales. ¿Qué información priorizan?
Lo que me pregunto es: ¿cuánta información que nos llega está filtrada o priorizada por intereses de diferentes naciones?
Todo tiene el color del cristal con que se mire, y hoy hay cristales por todas partes: CNN, RT, Sputnik, Google, Hollywood, Facebook, Netflix, El País, La República, etcétera, etcétera.
Tenemos que estar conscientes de esto y utilizar nuestro propio criterio.
Martín Viera Azpiroz
Vía correo electrónico
Realmente el peligro de la desinformación no radica en FB: las grandes cadenas de comunicación lo hacen desde hace rato, y eso es realmente peligroso y tremendamente difícil de regular sin cercenar el derecho a la información y la libertad de prensa.
La solución está en palabras tremendamente potentes y a la vez escasas hoy día: ética, cultura.
Guzman Blixen Zaffaroni, desde Paraguay
Vía correo electrónico
¿Y la punición al que da la información falsa?
Inés da Rosa
Vía correo electrónico
Esto no deja de ser la versión de estas épocas donde se consume y se genera información de forma vertiginosa, de la manipulación de la opinión pública mediante los medios. Antes, en la época analógica, eran fenómenos como el de los diarios de William Randolph Hearst y sus continuadores. Hoy son Citizen Kane de las redes.
Leonardo Altmann
Vía correo electrónico
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Noticias falsas en la red generan preocupación en autoridades
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