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Orsi y Bukele: Soñar con las estrellas

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Les escribo desde Costa Rica, donde vivo, para acercar este aporte a la perspectiva de la violencia criminal.

Saludos cordiales,

Jorge Cobas González


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SOÑAR CON LAS ESTRELLAS

Mataron a una niña de seis años que dormía en su camita. Una bala perdida de un enfrentamiento entre bandas narco le atravesó su pequeño cerebro. Era la única hija de un hombre que llega a mi casa cada 15 días a cortar el césped de mi jardín, un buen hombre trabajador y honrado que lucha por llevar cada jornada el pan a su casa, un hogar humilde en una comunidad desfavorecida y abandonada a su suerte por la sociedad, donde las ambulancias se niegan a entrar por el riesgo de vida que corren allí, y el transporte público llega apenas hasta sus fronteras por la misma razón.

Yo vivo en un residencial cerrado con seguridad privada las 24 horas de los 7 días de la semana. Lo puedo pagar. Salgo a caminar por sus calles a cualquier hora del día, la noche incluida. Veo niños disfrutando al aire libre, después de haber regresado de sus colegios en un servicio privado de transporte. Si pido una pizza el delivery llega sin problemas. Si necesito algo del exterior me subo a mi automóvil y me voy de compras al shopping mall, eso sí, cuidando de no atravesar esas tierras de nadie como donde vive mi jardinero y mataron a su pequeña. Mis hijos y mis nietos viven tan bien como yo, todos en cárceles doradas como la mía. Las pueden pagar, al igual que pueden pagar esos colegios privados que habilitan a sus hijos a soñar con alcanzar las estrellas.

María, de seis años, la hija de mi jardinero, muerta mientras dormía por una bala perdida de un enfrentamiento entre narcos, ya no podrá soñar con las estrellas. Y antes tampoco podía hacerlo: su padre no podía pagarlo.

El presidente Yamandú Orsi, en un rapto de claridad como gobernante, osó mencionar el exitoso método del presidente de El Salvador para erradicar la violencia criminal, señalando la incongruencia que significa para una democracia liberal la dureza de ese proceso con la inmensa popularidad que tiene Bukele entre los salvadoreños. Inmediatamente le salieron al paso los tirios y los troyanos cuyos hijos sí pueden soñar con las estrellas.

No es incongruencia, señor presidente. Si quiere entender por qué Bukele tiene el voto del 85 por ciento de los salvadoreños, pregúntele a mi jardinero…

Situación aludida: Orsi sobre la política de seguridad de Bukele: “El ejemplo de un proceso” y un caso “para analizar”

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