Emiliano: Soy oyente de larga data, aunque en los últimos años en forma diferida a través de a través de aplicaciones. Siempre me llamó la atención cómo se ponen de moda determinadas expresiones y supongo que en esto, para bien o mal, juegan un papel importante los medios de comunicación, incluyendo ahora a las redes sociales.
Hay una costumbre nueva en Uruguay, que no logro entender en que se basa, de llamar "presidente" a los que ya fueron presidentes. Esto se hace patente cuando se reúnen los ex-presidentes y se les sigue denominando por el cargo que tuvieron alguna vez.
Además de no tener lógica, porque esa persona ya no es presidente, me choca esa designación porque siento que trata de crear un status o una jerarquía que no corresponde: esa persona fue elegido presidente alguna vez, pero ya no lo es, cuenta con la experiencia de haber sido, pero también con el dolor de ya no ser, como dice el tango,
Pienso que detrás de esto quizás haya un deseo de enaltecer a la democracia, tratando de forjar una figura patriarcal en el ex-presidente, sobre todo cuando faltan líderes en todos los partidos, cuando la gente participa cada vez menos de la política, o el PIT CNT trata de empujar con medidas demagógicas como la jubilación a los 60 o el impuesto a los ricos.
Todo esto en el marco de discusiones políticas cada vez de menor calidad, es como si generara un aumento de valor de algo que en realidad no agrega contenido, es como si fuera una inflación política, al igual que habría una inflación semántica llamándoles presidentes a los que ya no lo son.
Un gran saludo y felicitaciones por sus 40 años en perspectiva, siempre vigente.
Carlos Nalotto
