Desde la audiencia, Diego cuestiona el tratamiento que dan los canales de televisión abierta a la información policial. Cree que sólo obedece al interés por captar a una audiencia masiva de bajo nivel cultural, destinataria de la publicidad que constituye el negocio de los medios.
Todos los días y a cada instante se publican noticias de toda especie en los diversos medios de comunicación. La comunicación más atractiva, naturalmente, es la que además de la descripción de los hechos, que puede ser más o menos precisa y amena, puede agregar colorido, diferentes escenas, diferentes enfoques de las mismas escenas, diferentes entrevistados, diferentes tonos de voz, mayor o menor emotividad, mayor o menor suspenso, etc.
Como dice el dicho popular, “si tiene cuatro patas y ladra, es perro”. Naturalmente, estamos afirmando que la televisión es el medio de comunicación por excelencia y eso lo sabe hasta el más distraído.
Pero, en Montevideo podemos acceder a varios canales de televisión abierta que son los que incluyen los hechos policiales en sus informativos. Canales 4, 5, 10 y 12 más VTV, TV Ciudad y TNU. Quizás por ser los de mayor trayectoria, los cuatro primeros son los que aparecen como los más dedicados a la comunicación de hechos policiales.
Lo que sigue está principalmente referido a esos canales privados.
Lo primero que quiero expresar es la cantidad de minutos que esos canales destinan a comunicar los hechos policiales. Hay diferencias entre ellos, pero yo estimaría que absorben generalmente no menos del 15% (aproximadamente unos 14 o 15 minutos) del tiempo total del informativo por lo que, descontando el tiempo de las tandas publicitarias, el tiempo destinado a noticias policiales no debe bajar del 20%.
En segundo lugar, es bastante común que las noticias policiales se encuentren en los avances, antes de los titulares y se presentan en primerísimo lugar. Estos dos aspectos permiten establecer que los responsables de los canales privilegian las noticias policiales con respecto a las demás, cualesquiera sean ellas.
En tercer lugar, es muy apreciable el esfuerzo realizado para difundir las noticas policiales con la mayor espectacularidad. A lograr este “valor” de la noticia, confluyen la competencia de quienes presentan las noticias desde exteriores (en general, se trata de profesionales con mucha experiencia y aparentemente una vocación muy especial por el relato de este tipo de noticias) y el uso de variados e importantes recursos materiales y tecnológicos. Algunas veces, las notas desde exteriores, con abundantes escenas, son complementadas desde el piso por otro profesional que aporta información complementaria. Todo ello acompañado por los comentarios y reflexiones volcados desde la mesa central.
Todo lo que antecede nos permite pensar que para los responsables de los canales, es decir los dueños de las empresas con fines de lucro que operan como medio de comunicación masiva, la presentación de las noticias policiales constituye un factor muy relevante de su oferta. Esto tiene un correlato inmediato: las empresas con fines de lucro que pagan por los avisos que nos “entretienen” en las tandas consideran que el producto que los medios de comunicación diseñan y presentan a la población es compatible con sus particulares concepciones de cómo presentar las noticias policiales.
No quiero opinar con respecto a los profesionales que producen y presentan las noticias policiales, porque no puedo darme cuenta de si están felices o incómodos realizando su tarea de esa manera. Sin perjuicio de ello, me parece que varios de los profesionales expertos en la presentación de las noticias desde exteriores no se sienten incómodos con su trabajo. Lo que antecede refiere a cómo presentan las noticas policiales nuestros canales abiertos más antiguos.
Las preguntas que me hago son las siguientes:
¿Es necesario presentar todas las noticias policiales con tantos detalles y tanta espectacularidad? Honestamente, mi respuesta es negativa. Si a cada una de las noticias que se presentan en un informativo se dedicara tanta cantidad de minutos y tanto esfuerzo para conseguir que la presentación sea espectacular, los informativos deberían durar por lo menos el doble de tiempo. Por otro lado, desde el punto de vista del televidente, no creo que nadie necesite recibir las noticias, aún las policiales, con tanto detalle y espectacularidad.
¿Quién o quiénes, excluidos los televidentes, se benefician con el especial enfoque con que se presentan las noticias policiales? Los actores que aparecen en escena, normalmente son los policías (sus imágenes, porque sólo excepcionalmente son entrevistados), los oficiales de policía (de variada jerarquía) que muchas veces ofrecen declaraciones, los fiscales, los jueces, los damnificados, los familiares de los damnificados, los testigos y eventualmente alguna otra persona con roles diferentes a los anteriores. Yo creo que las únicas personas que podrían sentirse beneficiadas por el especial enfoque de presentación de las noticias podrían ser los oficiales de policía, los fiscales y los jueces.
¿Cuál podría ser el beneficio para dichos funcionarios públicos? No creo que sus declaraciones puedan ser tomadas en consideración a la hora de establecer premios o determinar ascensos.
Para los damnificados, sus familiares y testigos, el ser entrevistados o resultar parte de las imágenes no tendrían otro beneficio que no sea el comentario con sus familiares, amigos y vecinos.
En consecuencia, si los beneficiados no están de la pantalla para afuera, si hay alguien que se beneficia, hay que buscarlo de la pantalla para adentro. Y esto es muy razonable porque quienes asumen los costos están también de la pantalla para adentro.
Entonces, hay que buscar por qué razón los canales producen y presentan las noticias policiales de esa manera y de esa forma obtienen un beneficio económico. Me parece que la búsqueda de ventajas en el “rating” es lo que provoca este enfoque y entonces, los canales que se caracterizan por realizar los máximos esfuerzos en presentar con el máximo de detalle y la más delicada espectacularidad las noticias policiales, serían quienes pelean por el “rating” apuntando a un conjunto de televidentes que honesta y legítimamente disfrutan de esa particular manera de presentar las noticias.
Tiendo a pensar que las noticias policiales son comprensibles para la gran mayoría de las personas, independientemente de su nivel de educación. Si comparamos este tipo de noticias con las que refieren al ámbito internacional, a la economía del país, a normas jurídicas actuales o proyectadas o a proyectos de inversión, es muy claro que la comprensión será más amplia en aquellas que en estas. Lo mismo podría afirmarse con relación a las noticias relacionadas con las competencias deportivas nacionales o internacionales.
Esta hipótesis nos lleva a considerar que una proporción significativa de nuestra población recibe de muy buen grado el formato que utilizan los canales más antiguos. Y aunque soy consciente de que existe una proporción también muy significativa de población que no está cómoda con el formato, es probable que no incida de manera tan importante en el “rating”. Al final de cuentas, el gusto de nuestros compatriotas es el que determina el diseño de la estrategia televisiva. Y a llorar al cuartito.
No obstante, pienso que el Estado debería promover el crecimiento de la calidad de los informativos de los canales abiertos. No se me ocurre de qué manera, pero supongo que habrá quien sepa cómo hacerlo y siempre es posible observar lo que se hace en otros países para lograr ese objetivo.
Lo que no debe hacer el Estado es mirar para otro lado.
Diego Nelson Sosa
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