Sobre Dylan y el Nobel de Literatura

El jueves 13 de octubre de 2016 la Academia Sueca otrogó a Bob Dylan (Robert Allen Zimmerman) el Premio Nobel de Literatura por crear “nuevas expresiones poéticas”. Este fue tema de discusión en La Mesa de los Jueves y en una Mesa especial integrada por Eduardo Alvariza, Eduardo Rivero, Marcelo Pereira y Hugo Achugar. Recibimos el siguiente mensaje de un oyente al respecto.

No es culpa de Dylan, él es un gran tipo

Dar el Premio Nobel a un cantautor es simpático, pero lleva a injusticias. Primero, porque candidatos con virtudes similares hay muchos. Pero lo peor es que el predominio del idioma inglés (en los medios, las comunicaciones, la política y la música difundida corporativamente) es tan apabullante que produce un sesgo imposible de evitar.

Esto obviamente ocurrió en el caso de Bob Dylan. ¿Cuánta gente, fuera de Italia, ha escuchado recientemente alguna canción en italiano? ¿Cuántos en los países anglosajones saben algo de Joan Manuel Serrat? En nuestro mundo hispano y catalán, su música, su oficio de cantante y sobre todo sus letras son recibidas con la misma reverencia o más que las de Dylan. En calidad poética, impacto emocional y hasta en el volumen de sus creaciones, Serrat y Dylan son muy similares, como también lo son Mikis Theodorakis, Homero Manzi, Yupanqui, Violeta Parra y por supuesto Edith Piaf, con 340 canciones en su haber.

Ya sé que algunos de mis candidatos murieron y son, por tanto, ineligibles para el Nobel, pero cualquiera puede pensar más ejemplos, gente que canta en farsi, coreano, swahili o ibo. ¿Qué les parece Jobim? ¿Serán los grandes cantautores de otras lenguas tenidos en cuenta el año que viene? ¿Y serán juzgados solo como poetas o también por su música?

La elección de Bob Dylan va a ser popular, pero fue influida por factores extraliterarios y será imposible de emular en el futuro con algún viso de credibilidad o justicia.

Eduardo Rios
Vía correo electrónico