Recibimos y publicamos el siguiente mensaje de una vecina del Parque Baroffio, en Malvín, sobre el estado de abandono en el que se encuentra el Molino de Pérez.
Soy vecina de Malvín, y hace seis meses me mudé frente al Molino de Pérez, hermoso lugar de nuestro barrio, y lamentablemente he constatado el abandono que existe de este lugar.
Cuando me mudé acá en febrero, y según me dijeron los dueños anteriores, el Molino estaba ya en desuso desde hacía al menos un año. En un balcón había un cartel (ahora roto) que decía “Predio Municipal cedido a la Cámara Nacional de Alimentación”, institución que si uno busca en internet figura con un único dato de contacto que es un teléfono que correspondía a la sede del propio Molino, y que está fuera de servicio. Ya entonces, toda la fachada hacia el parque (norte) estaba grafiteada, y estropeada. La fachada hacia la calle Juan Veltroni (sur) se mantenía en bastante buen estado.
En los meses que llevo acá he visto gente vivir por semanas detrás de los muros e incluso dentro de la carreta cuando llueve (la cual quedó casi destruida; hoy le falta una rueda después de que ocho personas durmieron allí por casi una semana). En todos los casos que hubo personas ocupando los vecinos llamamos al Ministerio de Desarrollo Social sin tener respuesta, ha habido de a dos y hasta de a ocho personas allí. En general los termina sacando la policía o la Intendencia en algún momento. He visto también usar los rincones de letrina y de “motel”.
El fin de semana pasado aparecieron un par de grafitis en la fachada sur, y en tres días más ya estaba toda grafiteada.
En un momento intenté rastrear a alguien de la Cámara de Alimentación y di con una persona de la Asociación de Panaderos (miembros de la cámara) quien me dijo que habían devuelto el Molino a la Intendencia porque pese a haber realizado múltiples propuestas entre el Municipio y la Comisión de Vecinos era imposible hacer nada, que para todo habían dificultades y que optaron por renunciar a la concesión.
Hoy encontré un artículo en el que dice que en 2014 se invirtieron US$ 3.300.000 en reparar parte del Molino (dinero hoy casi derrochado por falta de uso y mantenimiento) y quien sabe cuánto más se habría invertido antes.
En estos meses viviendo acá también he visto cómo el parque cobra vida, cómo vienen familias con niños, quinceañeras y turistas a recorrerlo, sacarse fotos, andar en bicicleta y disfrutar de este lugar único que lamentablemente está siendo vandalizado y destruido.
Les dejo estos comentarios desde la profunda tristeza como vecina y como ciudadana.
Patricia Álvarez Domec
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Foto: Imágenes del edificio del Molino de Pérez enviadas por Patricia Álvarez Domec que documentan el deterioro causado sobre una de sus fachadas. Crédito: Patricia Álvarez Domec.
