El miércoles 27 de julio recibimos en Ventana al Futuro, un espacio que se ocupa de asuntos vinculados a la ciencia y la tecnología, al doctor Luis Barbeito. Con él conversamos sobre “el Uruguay biotecnológico”. Recibimos y publicamos el siguiente mensaje de un oyente al respecto.
Trabajé muchos años con la industria farmacéutica. En el año 1993 entré a Bayer y luego, en 2002, ingresé a Clausen.
Clausen era un laboratorio nacional que fue creciendo y justamente, en plena crisis, tuvo la perspectiva de seguir con un proyecto “quijotesco” de hacer una planta de producción de medicamentos biotecnológicos.
Mucha gente pensaba que no iba a funcionar, pero los directores y la gerencia estaban convencidos. Por esto se hizo una planta que cumple con las más altas exigencias mundiales (Unión Europea y la Food and Drug Administration (FDA) de EEUU) para producir medicamentos biotecnológicos e inmunosupresores.
Tuve el orgullo de participar desde los primeros presupuestos hasta la concreción y puesta en marcha de la nueva planta en 2007. Cuando egresé de Clausen seguían elaborando medicamentos biotecnológicos y se hacían estudios de distinto nivel para nuevos lanzamientos y para medicamentos ya lanzados. Se estaba exportando a muchos países de América y Europa.
Clausen se vendió en 2012 a Mega Pharma y quizá la nueva dirección cambió el enfoque comentado.
De lo contrario, creo que Clausen es un muy buen ejemplo de aplicación de biotecnología en Uruguay.
Alejandro Astor
Vía correo electrónico
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Clausen invierte y exige igualdad para competir, En Perspectiva, 12.10.2007
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Foto: Fachada de Laboratorios Clausen. Crédito: Presidencia de la República.
