Ha provocado críticas la publicación por el semanario Brecha de partes del llamado “Archivo Berrutti” sobre el espionaje político en pleno período democrático. Desde la audiencia, Fabián reivindica la decisión del semanario.
Mi nombre es Fabián Muniz. Soy profesor de literatura y periodista en Brecha. Colaboro en la sección Cultura y no estoy tan al tanto de lo que se está discutiendo al respecto, pero supe que en otras secciones del Semanario (Sociedad, Política) se está debatiendo sobre esta decisión que se tomó acerca del acto de publicación de la parte del Archivo Berruti que se hizo pública.
Sinceramente, desconozco las causas por las cuales se publicó esa parte del archivo y no otra (es probable que la intención, dentro de las posibilidades del semanario, sea publicar todo el archivo), y evidentemente todo lo que diré es mi opinión personal y no la del semanario, que por cierto no creo que tenga tampoco una sola opinión al respecto. No pretendo ser vocero, por ende, más que de mi postura individual.
Y mi postura individual es saludar y felicitar al semanario por la publicación de los rollos de espionaje militar en democracia. Y además quiero discutir ciertas opiniones vertidas en la Mesa de este lunes 7 de agosto.
1) La publicación de los rollos sí está contextualizada. El periodista Samuel Blixen viene compartiendo hace meses las idas y vueltas de su investigación en diversas columnas dentro del cuerpo del semanario, además de haberse publicado un suplemento o separata específica de este tema hace ya un tiempo. Estimo que todo ese trabajo previo es un marco más que suficiente para que todos estos archivos no sean percibidos como una bomba que cae de la nada. Lamentablemente, la impopularidad de Brecha hace que solo hablemos del periódico cuando se hace visible con un fenómeno polémico.
2) No es excluyente que la información, a la vez, sea de acceso público y esté investigada por el Poder Judicial, debido a que estos no son documentos que funcionarían como pruebas de un delito entre particulares: siguen estando enmarcadas en crímenes de lesa humanidad, es decir, que configuran un crimen contra todos y, por lo tanto, nos compete a todos, como "parte" en el caso, saber qué alegar contra los inculpados. Además, como bien se dijo en la Mesa, no estamos seguros de si estas prácticas no siguen siendo vigentes y por lo tanto los actuales espiados, si los hubiera, podríamos ser todos.
3) Decir que hay que hacer pública solamente cierta parte de un archivo ("esterilizado", en buena medida, por los especialistas) es no entender la naturaleza de un archivo. El archivo se clasifica, se ordena, pero no se excluye nada. Queda todo a disposición de los investigadores y de la gente. Es tarea del intelecto humano discernir y discriminar entre la información que vale y la que no, a efectos de sacar conclusiones y, eventualmente, realizar publicaciones de carácter histórico o de otra índole. En definitiva, que los archivos muestran el todo y solo las investigaciones deciden qué resaltar y qué no, a efectos de ciertas hipótesis de investigación.
4) Decidir, como decidieron en el debate varios integrantes de la Mesa, qué información es relevante y qué información es irrelevante es un acto, como mínimo, arbitrario. Carlos Real de Azúa escribió "El patriciado uruguayo", en buena medida, consultando las publicaciones que realiza el Diario Oficial de matrimonios y defunciones. Si la postura hubiera sido desde siempre que a nadie le interesa quién se casa con quién, o qué comió tal o cual, hoy se vería imposibilitada, por ejemplo, la existencia de ensayos como ese, así como de libros históricos y biografías, con todo el margen de error que siempre existe sobre publicar chismes que no son ciertos y, quizá, terminar difamando a alguien. Pero ese es un peligro que hay que correr en pos del alcance democrático de la información. Además, nuestro sistema legal y moral permite que quien se sienta difamado o injuriado por alguna u otra razón comience un proceso contra el difamador, sin perjuicio de que también alegue públicamente en su defensa: estoy seguro de que, siguiendo el derecho a réplica, Brecha publicaría con gusto cualquier alegato de alguien que, habiendo sido mencionado en los archivos, se sienta vulnerado y quiera responder.
Sinceramente, confío en la inteligencia de los uruguayos, que han aprendido de la experiencia y que no verán las opiniones de los militares espías como verdades absolutas. No subestimemos al lector. Pero los archivos son, repito, para mostrarlos y ponerlos a disposición de todos.
Sin otro particular, me despido y felicito como siempre la existencia de un ámbito tan propicio para el debate plural como resulta siempre La Mesa de En Perspectiva (y en particular la Mesa de los lunes, que es una de mis favoritas). Un saludo a los contertulios.
Fabián Muniz
Vía correo electrónico
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