Foto: Pablo da Silveira (@pdasilve) en X
Como reportábamos este lunes, el viernes 19 de abril fueron inauguradas en la ciudad de Tacuarembó las obras de recuperación del Teatro Escayola, que permaneció cerrado durante seis décadas. Ahora será un centro cultural, que a la antigua sala le agrega museos y otras dependencias.
A continuación, compartimos una carta del Ing. Agr. Ricardo Varela, quien participó de la reinauguración del teatro junto a su esposa.
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Estimado Emiliano:
Por motivos familiares (mi esposa es bisnieta del Cnel. Carlos Escayola), el fin de semana pasado participé de la reapertura del Teatro Escayola de Tacuarembó. El tercer teatro en importancia del interior del país revivía así luego de más de 60 años de haber cerrado sus puertas como escenario artístico, habiendo tenido distintos destinos de uso, y sobrevivido a una posible destrucción para erigir un edificio de apartamentos.
Los actos comenzaron el viernes de tarde con el clásico corte de cinta en la calle por parte del Presidente y las máximas autoridades nacionales y departamentales, con una multitud de vecinos agolpados en la Plaza 19 de Abril. Luego se abrieron las puertas del teatro para recorrer su interior y poder apreciar la belleza original del edificio, y el cuidado trabajo de restauración llevado adelante durante 10 años, caminando entre mimos que representaban diversos roles teatrales. El plato fuerte fue, en la noche, la gala ofrecida por la Orquesta Juvenil del Sodre. Los jóvenes interpretaron de manera solvente una serie de obras, comenzando por el infaltable para esa oportunidad Himno Nacional con cantante solista, y culminando con una ovacionada ejecución de La Cumparsita, luego que Lucas Sugo sorprendiera con una correctísima versión del tango Volver.
Mientras todo esto ocurría yo no podía dejar de apreciar la belleza de ese edificio y reparar en algunos detalles de su construcción, como la imponente viga de acero de origen europeo que define la boca del escenario, que debió ser trasladada por varias carretas de bueyes a lo largo de 3 meses desde Paso de los Toros. Su construcción de planchas de acero remachadas recuerda los puentes ferroviarios construidos por los ingleses, o la mismísima Torre Eiffel. Se han conservado también parte de los pisos y escaleras originales de mármol de Carrara. Solo estos dos aspectos dan una idea del esfuerzo material y humano que significó para el controvertido Cnel. Escayola la construcción de este teatro, en una lejana villa del interior del país, a fines del siglo XIX cuando todavía nos desangrábamos en guerras intestinas, y sus camaradas erigían cuarteles.
Más allá de banderías políticas, estos acontecimientos son los que debemos rescatar de la gestión pública de los gobernantes, porque sin duda se abren ahora inmejorables oportunidades de llevar adelante espectáculos artísticos para deleite de los tacuaremboenses.
Como usted dijo Emiliano, solo cosas buenas pueden surgir a partir de la inauguración de un escenario de estas características. Cordiales saludos,
Ing. Agr. Ricardo Varela
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