
Tiene poco más de veinte años y ya ganó cuatro premios Grammy, entre ellos el de Mejor Nueva Artista. Su nombre es Samara Joy, y su voz —profunda, cálida, envolvente— parece venir de otra era.
Con guiños a Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald, pero con una identidad propia, Samara no solo interpreta standards del jazz, los reinventa con elegancia, swing y alma. Su disco Linger Awhile la consagró, y desde entonces no deja de conquistar escenarios y corazones en todo el mundo.
Una nueva diva del jazz que no necesita gritar para conmover.









