Cantante, compositor y productor, Tim Bernardes es una de las nuevas voces de la música brasileña. Bernardes se ha convertido en uno de los artistas más prolíficos de su generación: un músico contemporáneo con profundas raíces en la herencia musical carioca, quien además ha colaborado con artistas como Fleet Foxes, Tom Zé, David Byrne, Gal Costa, Devendra Banhart y Shintaro Sakamoto, entre otros.
Actualmente, y después de su destacado debut de 2017, Recomeçar, el artista se encuentra presentando su segundo álbum de estudio, Mil coisas invisíveis. El último lanzamiento de Bernandes es una invitación a conocer su nueva faceta y su singular mundo sonoro: una obra cálida, íntima, resonante y sanadora. Según cuenta, el álbum fue escrito principalmente mientras estaba de gira con su banda, O Terno.
"A lo largo de mi vida, he sido muy práctico, muy objetivo, y nunca me había parado a pensar en la espiritualidad – dice Bernardes sobre su más reciente material-. Pero después de la gira, estaba muy estresado y noté que mi pensamiento racional estaba saturado. Me sentí como: ‘Sí, esto es mi mente, pero yo soy algo que está por sobre eso’. Tuve este shock de conciencia que me hizo indagar en el significado de las cosas. Mi música acabó siendo una parte de mi autodesarrollo".
El resultado de esa búsqueda interior fueron las quince canciones que componen Mil coisas invisíveis. Él fue el responsable de la composición, la interpretación, la producción, la dirección, la mezcla y los arreglos del álbum, una lista de temas que inspiran una serenidad inherente y palpable.
Según comenta, para su disco el paulista encontró inspiración en todas partes: "En las cartas recopiladas de John Lennon, en la música popular de Brasil de los años 70, en el hecho de mirar las fases de la luna desde el patio de mi casa", dice. Bajo ese halo de iluminación, Bernardes se propuso con ímpetu que su nueva música se transmitiera de la misma forma que siempre lo hizo sin dañar su identidad.