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Alicia envía imágenes de su viaje por Panamá y Costa Rica.
Además del Canal (obra ciclópea que se intentó abrir desde fines del siglo XIX y finalmente fue inaugurada en 1914), pudo apreciar los contrastes de la arquitectura colonial de Ciudad de Panamá y la pujante construcción moderna. Desde allí siguió hacia Boquete, en el norte centro del país, en el bosque nuboso, que fue "invadida" por jubilados de Estados Unidos, Canadá y Alemania, quienes formaron colonias de retiro y condominios privados.
En Costa Rica pasaron por Bocas del Toro, un archipiélago de 16 islas habitables, más algunos islotes y cayos sin agua potable, "el paraíso". Camino a Quepos, bajó de la selva nubosa a la selva húmeda de la costa y las playas del Pacifico. Vio "mapaches por todos lados", perezosos, monos capuchinos, ardillas, aves, iguanas, lagartijas… "El Parque es una belleza por sí mismo y valen la pena los 16 km de caminata que lleva todo el día. Las playas de agua tibia son espectaculares", comenta.
