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Patrimoneando: Palacio Legislativo

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En este fin de semana del Patrimonio, Gustavo visitó el Palacio Legislativo. Pudo registrar allí parte de la celebración (que, aparentemente, habría servido de marco para una sesión fotográfica de modas), y algo de la ornamentación del Palacio. Para cierre de su crónica fotográfica, envía una toma en el Cementerio Inglés, donde se combinan el pasado y el presente.

Gustavo confiesa una relación conflictiva con el edificio desde que estando en Viena se encontró con el Parlamento Austríaco, el original en que reconoce haberse basado su autor, el arquitecto Gaetano Moretti.

Ya en el edificio, le resulta… llamativa la ornamentación tan subsidiaria de la cultura griega clásica: copias de esculturas como la Venus de Milo, una Palas Atenea que representa a la Justicia y otra que representa a la República, “frisos que parecen sacados del Partenón”, un Centauro, bajorrelieves, vitrales, mosaicos venecianos, un Grito de Asencio que pudo haber ocurrido en Troya… y que dan ese tono solemne al "Palacio de las Leyes".

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Esa “inspiración” en la cultura helenística estuvo clara desde que, en 1904, una Comisión Asesora juzgó los 27 proyectos presentados al llamado internacional a concurso. Ninguno cumplía “a satisfacción plena  con el programa establecido en las bases del concurso”, según lo entendió la Comisión, “y por tanto no debía otorgarse el primer premio”. Pero también concluyó “que había dos proyectos interesantes, que llevaban los seudónimos de Hispania 11 y Agraciada, que sobresalían del resto de los presentados por sus distintas y particulares bondades. Simplificando mucho podríamos decir que uno de ellos representaba las nuevas ideas, y el otro el espíritu conservador de la época", según la reseña histórica publicada en el sitio del Poder Legislativo.

Hispania 11, representante del primer grupo, según las expresiones mayoritarias de la Comisión Asesora que estaba juzgando los trabajos, era el mejor como grandiosidad de planta, pero de fachada inadmisible para un edificio representativo de uno de los Poderes del Estado. Agraciada, en cambio, era del grupo conservador. Un proyecto de arquitectura neoclásica que respondía al gusto de la época y que, según su propio autor, había sido inspirado en el soberbio edificio del Parlamento de Viena, proyectado por el ilustre arquitecto danés del siglo pasado, Don Theófilo Hansen”.

Puede leerse aquí la reseña consultada, curiosamente sin firma pese a estar publicada en el sitio oficial del Poder Legislativo. Su autor se limita a consignar que “tuvo el honor de colaborar con el Arq. Eugenio Baroffio durante su gestión de Conservador del Palacio (…) hasta el año 1974 en que se retiró a la actividad privada”.

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