Foto: Póster de RRR
Por Gastón González Napoli ///
Hoy les traigo una película india. Que dura tres horas. Y ya me imagino a la mayoría con ganas de cerrar la pestaña en el navegador sin más…
Pero ténganme un poquito de paciencia. Para empezar, está en Netflix. Es en este momento la película de habla no inglesa más vista del mundo en esa plataforma. Se llama RRR.
Y ténganme paciencia porque yo tampoco había visto jamás una película india ni tenía particular interés en hacerlo. Entré con desconfianza, esperando ver un bodrio lindo pero bodrio en fin.
Y lo que me encontré es una película de acción que nunca se hace larga ni mucho menos lenta, sin nada que envidiarle a los "rompetaquillas" hollywoodenses.
Exageradísima: en los primeros 20 minutos, un policía armado solo con un palo pelea contra una muchedumbre entera, y otro domina a un tigre casi que a mano desnuda.
Con un baile fuera de contexto, marca registrada de la industria cinematográfica de la India: la secuencia de "Naacho Naacho" está ejecutada con un nivel de coreografía tan disparatado que lo he visto varias veces a ver si está trucado de alguna manera.
Una película que me sacó varias carcajadas en plan "no puedo creer lo que estoy viendo". Cuando el cine es magia, no tiene rival.
Y además me lanzó en una investigación sobre la complejísima historia india.
¿Cuánto más se le puede pedir al cine?
Foto: Jr NTR en RRR
RRR es la sigla de Rise Roar Revolt, es decir Alzarse, Rugir, Rebelarse.
Toma las historias reales de dos revolucionarioos que se enfrentaron con la monarquía británica en las primeras décadas del siglo XX: Alluri Sitarama Raju y Komaram Bheem. Dos héroes de la independencia india que no se conocieron entre sí, pero RRR ficcionaliza sus vidas para hacerlos cruzarse, hacerse amigos y ayudarse mutuamente.
En esta versión, Raju es un policía de las fuerzas británicas, acusado de traidor por otros indios a quienes no tiene mucho prurito en combatir a palazo limpio. Y Bheem es el líder de una aldea selvática de la etnia gond, a donde el gobernador inglés y su mujer visitan y de donde se llevan una niña secuestrada (aunque pagan unas monedas por ella).
Bheem, disfrazado de mecánico musulmán, llega a la ciudad buscando rescatarla; y Raju es el encargado de encontrar al extranjero.
Pero los dos hombres no se conocen entre sí, y cuando juntos protagonizan un rescate espectacular por sobre un río de la ciudad, se hacen amigos. Con la tensión de fondo de que son el gato y el ratón sin sospecharlo. Y con la pregunta pendiente: ¿por qué Raju actúa contra su propio pueblo?
Cuanto menos se sepa antes de entrarle, mejor.
Foto: Arif ALI / AFP
Con un presupuesto de 72 millones de dólares, RRR es la película india más cara de la historia, y rompió varios récords de recaudación antes de pasar al streaming y convertirse en un hit mundial en Netflix.
Pero también levantó polémica en un país marcado por tensiones étnicas y religiosas cada vez más complicadas.
Lo interesante es que uno no nota el aspecto propagandístico si entra sin tener mucha noción de actualidad (mucho menos de historia) india. Sí es evidente la línea anti colonial: los británicos son malos malísimos.
La clave está en el tercer acto, el final de RRR, donde estos dos héroes de acción entran ya en el terreno de lo mitológico, no porque ocurra nada fantástico (o no más fantástico que en cualquier película de acción a quinta a fondo) sino porque se apropian de cierta imaginería del nacionalismo hindú o hindutva.
Esta es la política que identifica a la totalidad de a India con la religión hindú, cosa que para nosotros puede pensarse obvia (yo incluso he usado "hindú" como sinónimo de "indio" y ahora entiendo que es un error craso). Sin embargo, la diversidad del país es muchísima. Y desde que está en el gobierno el actual primer ministro Narendra Modi, el hindutva ha significado un aumento peligroso de la islamofobia. Peligroso porque lo acompaña una creciente violencia.
En la foto de ahí arriba, una manifestación en el vecino Pakistán prende fuego una imagen de Narendra Modi luego de que desde su partido se insultara al profeta Mahoma. Esto ocurrió ayer.
(Y hablando del país fronterizo, otro agujero investigativo por el cual meterse es la Partición entre Pakistán e India, que hizo casi a ojo el imperio británico cuando ya estaba de salida con consecuencias sanguinarias; acá pueden ver un video de TED con subtítulos que hace un repaso brevísimo)
Foto: Ram Charan en RRR
Les prometí una película de acción sin frenos y les prometí historia interesante. No me van a decir que no cumplí.
La historia entreverada de la India y su actualidad tensa no le restan méritos a RRR, aunque sí ponen las cosas bajo otra luz y hacen cuestionarse incluso al cine que damos por sentado y que también tiene mucho de propagandístico.
Por ejemplo, está en cartelera en Uruguay Top Gun 2: ¿sabían que la primera película de esa saga, con un joven Tom Cruise (traducida también como Reto a la gloria), fue un instrumento valiosísimo de propaganda para la Fuerza Aérea estadounidense? ¿Sabían que el Pentágono, o sea el Ministerio de Defensa de EEUU, tiene un departamento específico para vincularse con Hollywood, cederles el uso de instrumentos y vehículos a cambio de poder meterle mano a los guiones para que no los dejen mal parados?
Será para profundizar en la próxima.
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