Emiliano Cotelo (EC) —Mientras los precios de los lácteos y granos, de la mano de un sobre stock mundial, han caído a niveles que hacen peligrar su viabilidad a nivel de la producción local, la carne sigue muy demandada y ha mantenido el nivel de precios.
Para explicar esto debemos considerar que la carne vacuna y ovina se consume a nivel mundial por estratos sociales de alto poder adquisitivo, sus ciclos productivos son muy lentos y caros, y hoy nos encontramos con situaciones históricamente bajas de stock de vacunos y ovinos en países competidores de Uruguay como Australia, EEUU y Argentina.
Vamos a profundizar en este tema con Rosanna Dellazoppa
Romina Andrioli (RA) —Para empezar Rosanna quizás valga la pena unas aclaraciones técnicas… siempre cunado nos referimos al precio de la carne, lo hacemos en relación al kilo de ganado gordo. ¿Por qué se toma esto como referencia?
Rosanna Dellazoppa (RD) —El kilo del ganado gordo es el peso de un animal en cuarta balanza, o sea, luego de sacarle grasa, vísceras y sangre. Se toma como referencia porque es el valor final que el productor invernador percibirá por su producción. Normalmente marca el valor de todas las categorías y en particular es el principal determinante del precio del ternero, que por ejemplo para el productor criador es el más importante.
RA —¿Qué factores juegan en el precio del novillo, o sea, el que recibe el productor?
RD —Hay factores externos e internos. Respecto a los primeros, el principal son los precios internacionales a los que accede Uruguay; que son muy buenos, pero no siempre se reflejan tal cual.
Respecto a los internos, mencionamos la mayor o menor oferta de ganado disponible, el clima relacionado directamente porque afecta la cantidad y calidad del forraje, y entonces el momento del año, porque en invierno “escasea” (sube el precio y esto es la post zafra), y luego en primavera, verano y otoño hay “abundancia” (baja el precio y esto es la zafra). Hay que aclarar que el 80 % del ganado se comercializa en zafra. La estructura de mercado es concentrada: 50.000 productores ofertando y no más de cinco o seis industrias que dominan mas de 50 % del mercado.
Algunos grupos de productores encaran alianzas con la industria buscando una ecuación ganar-ganar. Pero la gran mayoría no. Por ultimo un nuevo factor: las industrias tienen sus propios corrales de engorde y faenan sus propios ganados, en momentos de escasez de oferta, controlando así la suba del precio del ganado.
RA —¿Que está pasando en estos momentos con el precio de la carne y del ganado, que es la principal materia prima de la industria cárnica?
RD —Para este análisis se usa la información proporcionada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), que registra todas las operaciones de compra de ganado, tanto en kilos como precios, así como todas las ventas de carne y sus subproductos, tanto en el mercado interno como de las exportaciones.
Si se toma el precio promedio de exportación de carne en el periodo del 1º de enero al 31 de julio, vemos que el precio 2015 se encuentra 3,3 % por debajo del de 2014, cuando en lácteos y granos la caída fue superior a 30 %.
En cuanto al precio del ganado que se le paga al productor, tanto por la vaca como por el novillo, vemos que al compararlo con la misma fecha de 2014 el productor hoy recibe 1,5 % más por el novillo y 2,5 % más por la vaca, lo que no es para nada significativo si consideramos la gran seca que vivió el sur del país hasta hace una semana, lo que generó la falta de oferta que hoy se está viviendo. Hace 20 meses que el valor que recibe el productor está por debajo del promedio y recién en el último mes lo supera, y hace una semana que la vaca también.
Por todo esto, tanto en el mercado de la carne como en el de la hacienda están sucediendo cosas “normales”, que indicarían que para mantener el comportamiento normal que muestran las estadísticas, la hacienda debería seguir subiendo por varios meses. Veremos qué es lo que indica entonces la realidad.
