Contrario a lo que se podía pensar que depararía un año “Niño” en términos climatológicos, los cultivos de invierno en Colonia, Soriano, Río Negro y Paysandú vienen muy bien. Las condiciones ambientales han sido favorables también para cultivos de verano y hoy comienza la siembra de soja en Young, una de las localidades de mayor aptitud agrícola del país.
Agro En Perspectiva
Jueves 22.10.2015
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Buen día Rosanna, ¿te parece si profundizamos un poco sobre el panorama de campo de los cultivos de invierno, como el trigo, cebada y canola?
ROSANNA DELLAZOPPA (RD) —Encantada, buen día para todos. Sí, estuve trabajando con los aportes de Gabriel Carballal del equipo de Agro En Perspectiva, y de Guillermo Scremini de Agroterra. El clima de nuestro país realmente nos sorprende continuamente. Ahora parece que tenemos dos países, al norte y sur de Río Negro, acorde a las lluvias caídas: fabuloso el norte, y grave el sur este. No hubo exceso de lluvia para los cultivos, pero si heladas. Increíble sí. Las bajas temperaturas, que en criollo fueron una sucesión importante de heladas, afectaron en algunos casos la espiga y entonces no se llena el grano.
Pero en lo global, para el área de agricultura que mueve la aguja, las lluvias y la fresca, como se dice afuera, se han combinado de manera ideal para tener un año sano para el trigo. Primero lo favoreció el frío seco, la mineralización del suelo, las lluvias de agosto que utilizaron ese nitrógeno cual si fuera una fertilización y finalmente aguas tranquilas con temperaturas bajas en plena floración. Ideal para evitar enfermedades que no tienen variedades resistentes. Así que si salen de la ciudad, verán en su gran mayoría unos trigazos, y cebadas, de color verde intenso y con muchas espigas.
Si comparamos trigo y cebada, en general la cebada está mejor que el trigo. Se gastó mucho menos en nitrógeno en ambos cultivos, y la cebada, hoy, entre mejor precio y menor flete, está mejor posicionada.
RA —Vos decías “trigazos”, pero también se escucha muchas veces que no todo lo que brilla es oro. ¿Es así?
RD —Ese es el punto. Acá tenemos que recordar que la gran mayoría de la agricultura se hace bajo arrendamiento, con lo cual quien sembró debe sacar para pagar costos del cultivo y renta. Hoy los números indican que para empatar debe sacar en promedio unos 4.000 kg por hectárea. ¿Eso es mucho o poco? Bueno, el promedio país anda en 2.300 kg, ustedes calculen que entonces fácil no es. Pero es mucho mejor que el escenario imaginado, que pronosticaba una primavera muy lluviosa. Para los dueños de campo, que no pagan renta, ni hablar que es un escenario mejor. Pero mientras esperamos el final de la película, o sea, cuando se cosecha, el precio de los granos en el mercado mantiene la flojedad.
RA —¿Y cómo viene la siembra de los cultivos de verano como la soja y el maíz que están comenzando?
RD —El maíz temprano sufrió algo las heladas, y la soja comienza en condiciones ideales de siembra. La lluvia pronosticada para la semana próxima le viene como anillo al dedo.
RA —Rosanna, ya que estamos hablando de estos temas, la semana que viene, el 28 y 29 de octubre vas a estar en Paysandú participando del IV Simposio Nacional de la Agricultura.
RD —Sí, es una cita ineludible para todos quienes trabajan el recurso suelo. Sobre los desafíos de esta agricultura, con requisitos diferentes a la de unos años atrás, conversaremos con ustedes.
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