¿Las lluvias de otoño han sido parejas y suficientes para todos los departamentos del país? La respuesta claramente parece ser un NO. Hay quienes se vieron más beneficiados que otros.
La semana pasada conversábamos con Rosanna Dellazoppa que se encontraba en la zona este del país, donde el agua que ha caído es poca a nula.
Esta vez Rosanna está en el departamento de Río Negro, al que le ha ido bastante bien con las precipitaciones pero al mismo tiempo ha sido afectado por temperaturas extremedamente bajas.
Romina Andrioli: Sería interesante escuchar tus observaciones del viaje en ruta, en plena época en que hay oyentes de vacaciones y muchos que van al litoral por las termas. ¿Qué trayecto realizaste y qué se observa a ambos lados de la ruta?
Rosanna Dellazoppa: Saliendo de Montevideo, tomé ruta 1 y me llamó la atención el tránsito que va disminuyendo notoriamente mientras me alejo hacia el norte. Las banquinas, al igual que en ruta 5, peladas y secas.
Una vez que entro por ruta 3 camino a San José aparece el verde asociado a los tambos, pero muy ralo, tierra negra, bolsas blancas largas que contienen alimento, fardos protegidos con nylon verde. Ya de San José a Flores se observa primero tambos y luego una transición a la ganadería , gente enfardando el pasto seco de las banquinas, una ruta 3 que sigue en obra con banquinas en desnivel muy peligrosa, sin los bordes blancos marcados, tajamares con muy mala calidad de agua, y cercano a la capital ,en torno a la planta de Unión Rural de Flores se concentra más verde, área destinada al cultivo de trigo . Hay dos obras interesantes, una importante estación de servicio en la entrada a Trinidad, prevista su culminación para agosto, y una terminal de ómnibus a la salida hacia Young, que se prevé esté ´pronta a fin de año . De allí en adelante sorprende el tramo de la 3 que aún sigue ¨huelleado¨ y peligroso por el trajín del tránsito pesado hacia las plantas de celulosa, pero también por muchos camiones que cargan contenedores. Aparece mucho más verde sembrado, de tan escaso crecimiento que se ve la línea de siembra. Aquí el paisaje se mezcla con forestaciones con montes cosechados y ya replantados, así como diferentes estados adultos . Aparecen también rastrojos de sorgo que se ven como chacras de tonos rojizos.
RA: ¿Qué información pudiste recabar de tu visita de campo?
RD: Primero debo aclarar que esta zona nada tiene que ver con la zona este que, como ustedes recuerdan, fue declarada de emergencia.Si bien aqui el fin del otoño y el inicio de invierno fueron secos y fríos, hubo lluvias que salvaron la pisada. Además hay otra calidad de suelos para defenderse y entonces una realidad bastante más alentadora.
En diálogo con el Ing. Richard Brehm, jefe técnico de la cooperativa Copagran, filial Young, que maneja unas 15.000 hectáreas de cultivo, me pintó un panorama que concuerda perfecto con lo que venimos tratando en las mesas.
Hoy el asesor o el empresario hace más números que nunca. El costo del flete más la aptitud del campo son los que definen la renta que el productor puede pagar para su negocio. Es así que, como hecho inédito para la zona, hoy es más negocio hacer cebada con un flete más barato a Paysandú y precio asegurado por la maltería que trigo con un flete caro – se lleva el 20 % de su valor – por la distancia que implica trasladarlo a Nueva Palmira y además un precio históricamente bajo. Es más negocio hacer una cobertura del suelo en lugar de un cultivo tradicional de invierno, sea trigo o cebada, y así poder plantar una soja de primera, o sea un cultivo de verano temprano, y asegurar un rendimiento que le genere ganancia al productor. Hoy los rendimientos a alcanzar en soja así como su precio internacional, si bien no son los de antes, garantizan mejor resultado económico que cualquier otro cultivo.
En resumen, una situación donde cerca del 70% de los productores eligieron esta opción, dejando de lado al cultivo que históricamente cubrió los inviernos, el trigo.
RA: ¿Cómo hay que interpretar esto último que estás comentando Rosanna?
RD: Claramente es un mensaje que muestra un cambio en el negocio agrícola, de definiciones empresariales ajustadas, de febriles renegociaciones de rentas con los propietarios de la tierra; lo que antes eran rentas a pagar de 1000 kgs de soja hoy son de 650. Los planes de uso y manejo de suelos y el volver a pensar en las rotaciones agrícolas con pradera y volver a la ganadería parecen tener hoy más vigencia que nunca.
Confiamos en nuestros productores que lideran los procesos productivos que sustentan nuestra economía, quienes, como tantas otras veces, se adecuan con trabajo, empuje e inteligencia a los cimbronazos que implica la producción a cielo abierto.
