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Agro En Perspectiva con Rosanna Dellazoppa. Viernes 17 de abril.
El negocio agrícola
EC: No es novedad para nadie. Las lluvias están faltando a la cita y existe déficit hídrico en buena parte del país. Hoy vamos a ver el impacto que eso está teniendo particularmente en la soja, en momentos en que se está en plena cosecha de este cultivo. Rosanna, ¿qué podemos comentar al respecto?
RD: Primero nos preguntamos cómo le afecta la falta de agua a la soja justo cuando se está definiendo el rendimiento del cultivo, o sea cuando la flor se convierte en chaucha y luego cuando la chaucha comienza a llenar sus granos. Y el resultado de la cosecha se está viendo en los kilos obtenidos por hectárea y en el peso de los granos. La consecuencia inmediata de la baja de ambos componentes, son márgenes económicos medios, magros o negativos. Más aún si recordamos que casi el 70% de los productores agrícolas debe incluir en sus costos el pago de una renta por el uso de la tierra. A eso hay que sumarle que el precio internacional está hoy en 350 dólares la tonelada y los costos de producción, combustible, insumos y rentas, no se re acomodaron a esa variación.
Todo eso junto es lo que explica por qué el negocio de la soja no es el de los últimos años.
EC: ¿Pero es necesaria la lluvia ahora para la soja?
RD: La soja ya no la necesita. Estamos en plenas trillas, y la falta de agua ha "apurado” la maduración del cultivo. Los cultivos de segunda se están aprontando antes de lo previsto debido a la combinación terrible de falta de agua y altas temperaturas.
EC: ¿Cómo viene entonces esta cosecha?
RD: La logística general por ahora viene bien, el grano sale seco lo cual facilita los movimientos al evitar el paso por secadores.
El país lleva en el entorno del 30% del área de cosecha con un rendimiento en el entorno de 2.300 kilos por hectárea promedio para la soja de primera. Los datos que hemos recabado indican que las zonas del este del país cosechen sojas que darán pérdidas y las mejores con rendimiento promedio, las zonas centro con rendimiento promedio, y las zonas del litoral, donde están los mejores suelos, con rendimientos que superan el promedio general.
EC: Entonces, ¿cuáles son tus reflexiones finales Rosanna?
RD: Aquí el tema no es sólo la falta de agua.
Todo el negocio tiene una connotación social relevante si pensamos en el montón de personas vinculadas a la agricultura. No es sólo el productor, es el contratista que siembra, el proveedor de insumos, de maquinaria, de combustible, de transporte, el personal de campo, el comercializador, los operarios de puerto, etc.
El clima es una variable clave en la producción a cielo abierto. Lo que es claro, es que nos manejamos con probabilidades, no son datos científicos que nos permitan tomar decisiones certeras. El negocio, por su riesgo, no admite la duda sobre el uso de los seguros agrícolas. Las lluvias ocurridas fueron insignificantes. El Uruguay que se recorre hoy es un mar de soja. Con estos datos que manejamos, por cierto preocupantes, no podemos más que reivindicar el ser reflexivos y cuidadosos a la hora de la toma de decisiones.