En los últimos meses las noticias del sector lechero parecen venir de mal en peor: la caída de los precios internacionales, el cierre de algunas plantas y una sequía que ya lleva meses. Mientras otros rubros del agro parecen correr mejor suerte, aunque sea coyunturalmente, la lechería sigue castigada por todos lados. Vamos a actualizar este tema con Rosanna Dellazoppa.
Rominia Andrioli (RA) —Buen día Rosanna. Por lo que ya adelantamos el panorama efectivamente está complicado para la lechería, ¿no?
Rosanna Dellazoppa (RD) —Sí, efectivamente, los precios internacionales continúan deprimidos, los precios locales copian esos datos del mercado, la falta de agua y temperaturas extremadamente bajas determinan una escasa o nula disponibilidad de forraje en los tambos, y todo esto trae complicaciones financieras de los tamberos ya que no tienen liquidez para manejarse.
RA —La industria está en un tire y afloje permanente. En los últimos días se ha hablado mucho del caso de INDULACSA, esta empresa láctea que tiene dos plantas, una en Cardona y la otra en Salto. ¿Podemos conocer qué ha pasado en este caso y los avances al respecto?
RD —Les cuento primero que INDULACSA fue comprada por Lactalis a comienzos de este año, una multinacional francesa, que ocupa el primer lugar en el mundo. Hoy es la segunda empresa de Uruguay luego de Conaprole.
En segundo lugar, ante la búsqueda de soluciones para los lecheros, en el acuerdo entre Uruguay y Venezuela se priorizaron las industrias que tenían a este país como uno de los principales destinos de sus lácteos. No es el caso de Indulacsa que exporta casi el total de sus productos a México.
Muy recientemente, INDULACSA fijó una nueva y muy ajustada baja en el precio que pagará a sus productores: $ 4 pesos por litro cuando el costo de producción es $ 8, lo que como se imaginan desata un serio conflicto entre las partes.
Por su parte el Inale (Instituto Nacional de la Leche), como entidad responsable de la lechería nacional, se reunirá con la empresa en busca de una explicación a esa medida ya que discrepa con las decisiones de la multinacional, la que considera arbitrarias, y aduce que no condicen con las posibilidades de pago de la empresa.
También Inale recibirá a los productores remitentes a INDULACSA a fin de comunicar que buscará una solución a este conflicto.
Al mismo tiempo, los representantes de INDULACSA se reunirán la próxima semana con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre con el fin de que la empresa sea incorporada al grupo de industrias que enviarán lácteos a Venezuela como parte del acuerdo comercial firmado con ese país.
RA —Este caso se suma al de ECOLAT y al de Schereiber Foods, la empresa internacional que operaba en San José y que también cerró y se fue recientemente. Con esta última, más de 400 productores se tuvieron que redistribuir ¿Se puede sacar alguna reflexión al respecto?
RD —Me sumo al deseo de los industriales que acompañarán al ministro Aguerre a Venezuela este fin de semana, ya que un resultado exitoso de este acuerdo levantaría un poco el ánimo del sector. Personalmente, estoy muy muy preocupada por esta realidad que afecta al país. Estos informes me llevan a acercarme mucho a los protagonistas y a su angustia. Estamos en un contexto muy crítico para los lecheros. Aquí veo la fortaleza de un sistema cooperativo sólido que premia al socio fiel, en las buenas y las malas, pero que evidentemente no puede acoger a todos. La gran preocupación es que la lechería es netamente un sector de familias rurales. La duda grande es… ¿sobreviven a esta tormenta?
