A. Económico

La situación de frontera con Argentina: ¿Son suficientes las medidas anunciadas por el gobierno frente al desalineamiento cambiario? Análisis de Florencia Carriquiry (Exante)

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Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS

EMILIANO COTELO (EC): La semana pasada y tras reuniones con las autoridades departamentales, el gobierno anunció una serie de medidas de apoyo a las economías de los departamentos fronterizos con Argentina, que están sufriendo duramente los impactos del desalineamiento cambiario con este país vecino.

El paquete contempla varias exoneraciones, incluyendo a los aportes patronales, al impuesto bonificado de los monotributistas, al IVA mínimo mensual para las pequeñas empresas, al anticipo de IRAE y a los pagos mensuales del Impuesto al Patrimonio. También se aumentó a 40% el descuento del IMESI a los combustibles vendidos en las estaciones localizadas a pocos kilómetros de Argentina y se establecieron subsidios para la contratación de trabajadores que estén por debajo de la línea de pobreza en los departamentos fronterizos y tengan menos de 29 años o sean mayores de 45 años.

Para poner en contexto estas medidas y conversar sobre los impactos que esta situación en Argentina está generando en las economías locales del litoral y en la economía uruguaya en general, estamos con la economista Florencia Carriquiry, socia de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Para comenzar pongamos un poco en contexto estas medidas que anunció el gobierno la semana pasada. La preocupación surge por las enormes diferencias de precios que están habiendo con Argentina, ¿verdad?

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Efectivamente. La suba fuerte que ha tenido el dólar paralelo (o dólar blue) en Argentina en los últimos años ha supuesto un abaratamiento muy fuerte del país vecino cuando medimos los precios en dólares. Si bien la inflación también está aumentando mucho, los precios en dólares bajaron casi 30% frente a inicios de 2019 (si los medimos con el dólar no oficial). Mientras que, en la misma comparación en nuestro país hemos tenido una inflación en dólares de cerca de 20%. Eso nos está dejando con un desalineamiento de precios relativos enorme. Nuestro tipo de cambio real frente a Argentina (siempre midiéndolo con el dólar blue) está en los peores niveles de los últimos 30 años.

Y esto que estamos comentando en términos macroeconómicos, se traduce en diferencias de precios realmente muy grandes cuando miramos los productos de consumo habitual de un hogar. La Universidad Católica en su Campus de Salto hace de hecho un relevamiento de precios en Salto y en Concordia que permite ver cuánto más caros son los mismos productos del lado uruguayo que del lado argentino.

RA: A ver, ¿podemos comentar esas cifras?

FC: Sí. A ver, este estudio que la Universidad Católica en Salto llama el Indice de Precios Fronterizos, se está haciendo desde 2015, midiendo para una canasta de unos 60 bienes de consumo, los precios en Salto y en Concordia (es decir, de ambos lados del puente internacional que une esas ciudades). Es una canasta esencialmente de bienes de almacén (alimentos, bebidas y productos de limpieza y tocador) e incluye también algunos productos textiles (vestimenta y calzado) y combustibles. Según este relevamiento, los precios para esa canasta de productos eran a marzo de este año 127% más altos en Salto que en Concordia. Hasta 2019 las diferencias eran más acotadas (más en el eje del 40% e incluso llegando a ser mínimas en 2017), luego durante 2020 no hubo mediciones pero desde que se retomó el trabajo en setiembre de 2021 estamos con precios en Salto que más que duplican los de Concordia. Y eso si miramos el promedio de la canasta. El relevamiento publica también la apertura por rubro y en algunos casos (como en algunos alimentos, bebidas y productos de tocador) los valores en Salto son hasta 3 o 4 veces superiores a los de Concordia.

Durante la pandemia, el cierre de los puentes de algún modo protegió a los negocios de los departamentos fronterizos de esta situación, pero desde abril del año pasado, cuando se levantan las restricciones al movimiento de personas entre ambos países, el panorama cambió radicalmente.

RA: ¿Hay cifras concretas que muestren el impacto de esta situación en los comercios de frontera?

FC: Bueno, uno de los indicadores que refleja el impacto bien directo de esta situación, es la información del Radar de Scanntech, que por supuesto es información parcial pero que muestra la evolución del consumo en almacenes y supermercados (que trabajan con el sistema de Scanntech obviamente). De acuerdo con esa información, en enero-marzo de este año en el total del país el consumo en almacenes y supermercados se mantuvo estable frente a los niveles de un año atrás, mientras que en los departamentos de Salto y Paysandú la caída frente a los niveles de un año atrás superó el 20%. Sabemos, como decía, que esto es información parcial, pero a nuestro juicio es un buen reflejo de lo que están sufriendo este tipo de negocios en los departamentos del litoral.

RA: Hace algunas semanas comentábamos también sobre la suba fuerte en la cantidad de viajes hacia Argentina. Ese es otro de los impactos que estamos viendo, ¿no?

FC: Claramente. Ese es otro de los impactos directos que este desalineamiento de precios está generando. El aumento en los viajes al exterior en general y hacia Argentina en particular ha sido impresionante desde que se levantaron las restricciones impuestas durante la pandemia, allá por el segundo trimestre de 2022. Desde la segunda mitad del año pasado estamos con cifras récord. Concretamente, en lo que fue el trimestre enero-marzo de este año se registraron más de 1.140.000 viajes al exterior, de los cuáles unos 900.000 fueron viajes a Argentina. Eso más que duplica las cifras pre-pandemia del mismo período de 2019 y es, como decía, un récord histórico y por mucho margen.

Y el gasto realizado en esos viajes a Argentina por los uruguayos (o estrictamente por los residentes en Uruguay) fue de casi US$ 300 millones sólo en el primer trimestre de este año. Eso es consumo de los hogares que es desviado hacia Argentina. Y ahí lo relevante no es simplemente que lo que compro del otro lado de la frontera no lo voy a estar comprando en Uruguay, sino que, al gastar más en viajes, tengo menos ingreso disponible para consumir en Uruguay. No sólo en los departamentos de frontera, el impacto es en todo el país.

RA: ¿Resulta esperable que se mantenga este ritmo de viajes hacia Argentina?

FC: Nosotros entendemos que sí. De hecho, en Exante estimamos que, en el conjunto de este año, el gasto en viajes va a aumentar en más de US$ 500 millones respecto del año pasado. Eso es en torno a 1% del Consumo privado total en nuestro país. En otros términos, del crecimiento que estimamos va a tener el consumo este año (aproximadamente 3%), un tercio no va a ser consumo en el país, sino que va a ser gasto en el exterior (en términos de las Cuentas Nacionales, van a ser importaciones de turismo).

Y a eso hay que agregar también otros impactos, derivados de una mayor competencia de productos y de servicios importados desde Argentina, tanto en el canal formal como en el informal, estamos viendo seguramente más contrabando.

RA: ¿Tenemos cifras en ese sentido?

FC: No es fácil cuantificar el contrabando, pero hay una encuesta de Equipos, que ya tiene algunos meses (fue realizada allá por setiembre del año pasado) que consultaba acerca de la compra de artículos de supermercado a personas que los compraron en Argentina y los revenden en nuestro país (en ferias o en otros lugares similares). Y según este relevamiento, aproximadamente un cuarto de los respondientes manifestó que en los últimos 3 meses había comprado productos provenientes de Argentina y revendidos en Uruguay (informalmente), con porcentajes mayores entre la población joven y de menor poder adquisitivo. Se trata de un porcentaje realmente importante, que para algunos rubros seguro está suponiendo impactos muy significativos.

RA: Está claro. En medio de este escenario, entonces, ¿qué evaluación hacen de las medidas que anunció el gobierno la semana pasada?

FC: A ver, las medidas reflejan indudablemente la preocupación tanto en las autoridades locales como nacionales de esta situación, pero en Exante somos poco optimistas respecto del impacto que tendrán en lo sustantivo.

A nuestro juicio, si bien hay mucha incertidumbre sobre lo que va a pasar en Argentina en los próximos meses y años (no sólo en las elecciones sino más allá de los resultados electorales), en cualquier caso, es muy probable que los problemas a los que nos estamos enfrentando van a ser duraderos. Y desde esa perspectiva, las medidas anunciadas están planteadas como “paliativos” o “apoyos” esencialmente de “corto plazo”.

Una señal importante será lo que se plantee a nivel de las pautas salariales que van a regir la ronda de negociación que comienza a mediados de este año. Cómo comentaba Luciano Magnífico en este mismo espacio la semana pasada, todavía no se conocen detalles, pero habrá que ver si de alguna manera esta situación en particular es contemplada en esos lineamientos. Promover una recuperación salarial más o menos rápida en empresas del litoral del país es de alguna manera inconsistente con la preocupación por el empleo en estos departamentos.

En definitiva, como decía recién, en nuestra opinión este problema de desalineamiento de precios relativos con Argentina seguramente va a perdurar en el tiempo, y eso debe incorporarse a la hora de pensar cuál va a ser la estrategia para enfrentar los impactos sobre economías y trabajadores de las zonas y de los sectores más afectados.

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