
La Mesa Internacional con Gustavo Calvo y Leo Harari.
Este domingo se cumplieron seis meses del inicio del segundo gobierno de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Desde su regreso a la Casa Blanca, el republicano ha desplegado una agenda intensa y disruptiva, marcada por el endurecimiento de la política migratoria, una ofensiva arancelaria a escala global y un uso inédito del poder ejecutivo, con más de 170 decretos firmados en este breve lapso.
Trump volvió con la promesa de “revitalizar” el país. Y, fiel a su estilo, ha impulsado redadas masivas, deportaciones exprés y un fuerte aumento de la vigilancia en la frontera sur. Amenazó con imponer aranceles del 50 % a todas las importaciones de Brasil —una decisión que vinculó directamente al juicio por intento de golpe de Estado contra Jair Bolsonaro— y aprobó una ambiciosa reforma fiscal que recorta impuestos a los más ricos, reduce programas sociales y eleva el gasto en defensa.
En política exterior, ha ordenado ataques selectivos en Medio Oriente, presiona a los aliados de la OTAN para que aumenten su presupuesto militar y promueve una narrativa de fuerza y repliegue estratégico. Todo ello mientras avanza con el Proyecto 2025, una hoja de ruta para rediseñar el Estado bajo una visión que sus críticos describen como conservadora, nacionalista y autoritaria.
¿Qué está en juego en esta nueva administración Trump? ¿Estados Unidos se está aislando del mundo o está reconfigurando su liderazgo global bajo nuevas reglas? Y en el plano interno, ¿hay riesgos reales de concentración del poder y deriva personalista, o aún funcionan los contrapesos institucionales?
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