Si decimos Horacio Buscaglia, Nancy Guguich, Walter Venencio, Leticia Moreira, Susana Bosch, Jorge Bonaldi y Gonzalo Moreira. O si decimos “Al botón de la botonera, chim pum fuera”, “La Casa Disparatada” o “El País de las Maravillas”… Seguramente, no sea necesario agregar más nada. Ya todos saben de qué hablamos.
“Canciones para no dormir la siesta” está cumpliendo 50 años y nos damos el gusto de repasar su historia con uno de sus referentes, que quizá no todos sabían, pero entró al grupo porque alguien faltó a una obra de teatro. Conversamos En Perspectiva con Gonzalo Moreira y repasamos el legado de este grupo, que marcó la vida de miles de uruguayos.
Este 2025 es un año de muchos aniversarios redondos en Uruguay. Pero hay uno, particularmente, que seguro llena a muchos de recuerdos felices, de risas, de juegos.
“Vengan niños para cantar, vengan de cualquier lugar".
Con esta canción, hace 50 años, empezaba el primer espectáculo de Canciones para no dormir la siesta. 19 de junio de 1975 en la sala Mercedes del Teatro El Galpón. Pasaron muchos años, pasaron muchas cosas, pero la alegría siempre estuvo presente. Así que Canciones, felices 50 años y gracias por todo lo que me diste”.
“Canciones para no dormir la siesta”, ese emblemático grupo de canciones para niños -y no tanto- quedó en el mejor recuerdo de los uruguayos y aunque no hay eventos especiales, recitales de reencuentro, ni homenajes oficiales, aquí, esta mañana, vamos a hacer un repaso y a disfrutar de las historias de este grupo, que marcó a miles.
Sus letras, divertidas, disparatadas, y que, en muchos casos tenían mensajes que iban más allá de lo que las palabras significaban, fueron sinónimo de alegría para niños y para sus padres durante años que no fueron fáciles para el país.
Canciones nació en plena dictadura y la censura también los tocó. Incluso varios de sus integrantes debieron dejar el país y luego retornaron.
¿Cómo nació el grupo? ¿De dónde nació ese nombre tan particular? ¿Por qué se terminó? ¿Cuál fue su mayor éxito y fracaso?
