Foto: Amazon Prime
La semana pasada le dimos un cierre al ciclo de “Guerra del streaming”, y ahí dijimos que una característica de la actualidad es la atomización, es que hay un océano de cosas para ver, para leer, para escuchar.
Por un lado, existe la “paradoja de la elección”: que el exceso de opciones paradójicamente hace difícil elegir.
Por otro, hablamos también de que hay una percepción creciente de que los algoritmos han empeorado. El “te recomiendo según tu gusto” que nos prometieron parece haber quedado sepultado bajo el top 10.
El agua nos tapa y terminamos sin saber qué ver o viendo cosas que después nos preguntamos para qué las vimos.
La novelista, filósofa y columnista argentina Tamara Tenenbaum señalaba hace unos días un “giro hacia la pasividad” en los últimos años; lo decía a propósito de que tantos chicos hoy prefieren mirar a otros jugar videojuegos en vez de jugarlos ellos mismos, yo lo traigo a esa creciente pasividad para elegir qué vemos.
Si ya no vas al cine, ya no vas al blockbuster a caminar entre las góndolas de DVDs, ya solamente hacés clic en lo primero que te tira Netflix, hay altas chances de que te estés perdiendo de mucho. O de que lo que mires sea malo y te vayas acostumbrando a lo malo, anestesiando.
Agrego otro dato con respecto a la atomización: el actor Ashton Kutcher dijo ayer, en una charla, que ha estado probando una versión beta de Sora, el generador de videos con IA de OpenAI, del que hablamos un poco en alguna columna de tecnología. Kutcher dijo estar sorprendido por la alta calidad y aventuró que dentro de muy poco las películas podrían ser personalizadas para cada uno, porque podés tener una idea, tirarla a un software que te escriba el guion, y después tirarle ese guion a un generador de video, para mirar en unos pocos minutos la película que se te ocurrió.
Y ese futuro para mí es infernal. Saliendo de la pérdida de miles de puestos de trabajo y de la percepción de que la creatividad -ese rasgo tan humano- queda sacrificado en el altar de la tecnología, el resultado solo puede acelerar la ruptura del tejido social común. En la última columna yo te hablé al final de la importancia que le doy al arte, lo que decía el otro día el papa Francisco de que el arte te eleva y ensancha tu mundo.
Entonces, ¿cómo hacemos?
Este es un humilde intento por generar un filtro, por tejer una red de pesca que saque de entre la maraña algunas cosas destacables.
No son recomendaciones; porque recomendar, recomienda cualquiera y además tenés que saber qué le gusta al otro para recomendarle.
¿Serían más bien reseñas? ¿Va a ser solo sobre cine y series? Es un espacio en construcción así que vamos a darle forma juntos.
Conversamos En Perspectiva con Gastón González en su nueva columna Gastón Hace El Filtro.