Ya hace más de un año que hablamos de las “guerras del streaming”.
El concepto describe un mercado que se llenó de competidores y que se da primero en EEUU, donde hay todavía más actores, pero también en mercados inferiores como el nuestro: recordemos que hay plataformas locales, como +Cinemateca, y que Disney (a través de Star+) compró los derechos para transmitir online el fútbol uruguayo.
Y desde que hablamos de todo esto teníamos dos fijas: pasara lo que pasara, Netflix iba a sobrevivir porque era la pionera y la de mayor peso en el mercado por lejos, y era una tecnología que había llegado para quedarse, superadora de todo lo anterior. Superadora del cable y del DVD.
Las últimas semanas pusieron en cuestión ambos conceptos.