Por Ricardo Pascale ///
A fines de 2019 se desencadenó en China un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, causante de un síndrome respiratorio agudo conocido como Covid-19.
Hoy en día, poco más de un año después, el Covid-19 se diseminó por 192 países con un total de 103 millones de personas infectadas, y se cobró la vida de 2,2 millones de personas, conforme a las estadísticas de la Johns Hopkins University.
El mundo, ya cargado de incertidumbres, agregó un peso enorme a escala planetaria de problemas sanitarios y económicos, con caídas severas del nivel de actividad, cierre de empresas y problemas sociales, con el aumento del desempleo y el incremento de la pobreza.
¿Cuándo termina la pandemia? y ¿cómo comenzará la recuperación de las economías? son las dos preguntas más habituales que recibo.
Toda cautela es poca en las respuestas.
Con respecto a la primera, hay una buena noticia: han aparecido varias vacunas de distinta eficacia y otras están en fase de aprobación.
Cuándo se volverá a la normalidad depende de varias variables en cada país. Entre otras, la eficacia de la vacuna (si es del 95% o del 70%, o algo intermedio). La segunda variable es cuántas personas de la población estamos dispuestas a vacunarnos y también influye el porcentaje de personas que tienen inmunidad natural.
La inmunidad colectiva (de rebaño) a un patógeno se logra cuando una porción suficiente de una población es simultáneamente inmune como para prevenir la transmisión sostenida.
El Dr. Anthony Fauci, el experto más importante de USA en enfermedades infecciosas decía hace unos días a The Harvard Gazette, refiriéndose a su país que: “Si logramos vacunar del 75 al 80% de la población, si hacemos eso eficientemente, obtendremos una inmunidad de rebaño hacia fines del tercer trimestre para acercarnos a un grado de normalidad a fines de 2021”. Y agregaba: “Si el nivel de vacunación es del 40 o 50%, podría tomar mucho tiempo alcanzar ese nivel de protección”
Debe tenerse en cuenta que las dos vacunas que está utilizando USA hoy día tienen una eficacia del 94/95%.
Estas declaraciones y la prudencia con que están hechas muestran que no se trata de un fenómeno a resolver en corto tiempo. Más aún, luego de la vacunación se debe continuar, señaló el experto, con las medidas preventivas que hoy estamos utilizando.
Hacen bien en preguntarme ese punto los interesados. Si la sanidad no se recupera, y no solo con vacunas sino con solidaridad personal y de naciones, es muy difícil recuperar cualquier economía sostenidamente. El miedo, como una de las emociones básicas de los humanos va a estar presente incrementando la incertidumbre. Los gobiernos se ven enfrentados a una suerte de “elección de Sofia”. Nuestro país ha trabajado en esa compleja elección con acierto. Se incorporó a la academia científica, como hace un país maduro y su opinión se integró a otras variables que todo gobierno tiene a la hora de tomar decisiones.
La otra pregunta es: ¿Cómo saldrá la economía de esta pandemia?
Varios estudios hacen un análisis de escenarios.
Toman frecuentemente dos variables. Una primera tiene que ver con la propagación del virus y la eficacia de la respuesta de la salud pública, para lo cual suelen tomar tres niveles de efectividad.
Una segunda son los efectos colaterales y la efectividad de la respuesta de las políticas gubernamentales, en especial económica, a la que también se le asignan tres niveles de efectividad.
En esos estudios entonces se termina en una matriz de 3×3, con nueve escenarios.
Los costos económicos del Covid -19 y la recuperación de las economías, varían mucho según cómo los países se ubiquen en los distintos escenarios.
El peor escenario es el que combina la más pobre política sanitaria con la menos efectiva política económica. Por el contrario, la mejor situación se da cuando ambas políticas, la sanitaria y la económica han tenido más efectividad. Quizás en este caso solo esté China.
La mayor parte de los países se ubican en el resto de los siete escenarios, siendo el más probable según las investigaciones, el que se ubica en el centro, o sea en la confluencia entre la políticas sanitarias y económicas que son intermedias, buscando una fina sintonía entre ambas variables. En este escenario, el PIB supera los niveles de la prepandemia hacia 2022 con ondas propias del desarrollo de la pandemia.
Los organismos multilaterales han hecho estimaciones de una contracción de la economía mundial en 2020 del orden del 4%.
Las proyecciones globales prevén un crecimiento también en torno al 4% para 2021, con amplias variaciones según los países. En ellas, China y USA juegan un rol central.
Más allá de la profesionalidad de estas proyecciones, la cautela parece una buena consejera, dadas las incertidumbres que rodean a toda la pandemia.
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Ricardo Pascale para el espacio Tiene la Palabra de En Perspectiva
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Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS