Editorial

Sobre qué (no) es Venezuela

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Fernanda Boidi ///

La semana pasada se dio a conocer el fallo judicial que condenó al dirigente opositor venezolano Leopoldo López a casi 14 años de prisión por su responsabilidad como convocante en las protestas del 12 de febrero de 2014. Esta decisión ha vuelto a poner sobre el tapete la delicada situación venezolana. Y al hacerlo, achica cada vez más el cerco sobre los gobiernos de la región –incluyendo el de Uruguay– que ante los reiterados atropellos han mirado para el costado bajo la excusa del principio de no injerencia.

Se puede discutir hasta el cansancio qué es una democracia, y más aún qué es una democracia de calidad. Y en estos días hemos escuchado varios intercambios de este tipo respecto de Venezuela, muchas veces centrados en la oposición democracia-dictadura, clasificación de tipos ideales que como tales, solo existen en la teoría. Con este trasfondo, quisiera detenerme en la demarcación mínima de condiciones que deben estar presentes para que exista democracia según el juicio predominante entre los estudiosos de estos temas.

La expresión más modesta de democracia es la “democracia electoral”. La democracia electoral presupone no solo qué haya elecciones, sino que estas elecciones sean libres y justas. Las elecciones son libres cuando están dadas las condiciones para que todos los que desean participar de la vida política puedan hacerlo sin mayores limitaciones. Las elecciones son justas cuando las autoridades electorales, policiales, judiciales y militares tratan a los contendientes de modo imparcial. Hace rato que contamos con evidencia que indica que Venezuela cayó por debajo de este umbral mínimo. Venezuela no es una democracia, y tampoco es hoy el régimen que Chávez erigió.

Días atrás, Raúl Sánchez Urribarri, un colega venezolano, reflexionaba sobre la situación actual de su país y sostenía que han caído varios de los pilares en los que se apoyaba la estructura del régimen:

Ya no hay un líder carismático. Chávez ya no está y su ausencia comenzó a notarse incluso antes de su desaparición física.

Ya no hay un pueblo a favor del líder. Según el Barómetro de las Américas, la aprobación de la gestión de Maduro es la más baja de la región, y varios sondeos preelectorales otorgan mayoría a la oposición en la intención de voto para las elecciones parlamentarias fijadas para el próximo diciembre1.

Ya no hay suficientes recursos económicos para satisfacer las necesidades básicas de la población. El petróleo ya no es lo que era; y lo que era se gastó en el pueblo venezolano, sí, pero también en ayudas de diverso tipo (y en algunos casos de dudosa legalidad) a gobiernos amigos.

Lo único que –por ahora– permanece, es la fuerza de coerción militar que respalda al régimen. Sin embargo, hay un rechazo ciudadano generalizado a esta amenaza de coerción militar –la confianza en las Fuerzas Armadas en Venezuela viene en picada2, mientras que la tolerancia hacia los derechos políticos de quienes se oponen al gobierno es la más alta del continente y ha crecido recientemente de modo considerable.

Ante esto, me pregunto qué va a pasar con este régimen cuya implosión parece inminente. Me pregunto qué cosas a lo largo de todos estos años se podrían haber hecho de modo diferente para mitigar la crisis política que solo parece profundizarse en Venezuela. Me pregunto qué podría haberse hecho distinto por parte del gobierno venezolano y también por parte de la oposición. ¿Qué alternativas tenían los ciudadanos? Me pregunto qué cosa podríamos o deberíamos haber hecho los académicos, los observadores internacionales, los gobiernos amigos y los que miraban con recelo… Y, además, me pregunto, qué vamos a hacer ahora respecto de Venezuela. Ya es hora de dejar de mirar para el costado.

***

Sobre la autora
Fernanda Boidi es doctora en Ciencia Política por la Vanderbilt University, EEUU, directora de Insights Research & Consulting y coordinadora regional para el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP). Integra de La Mesa de Politólogos de En Perspectiva.


Notas
1. Venezuela: el chavismo está tercero en una encuesta para las elecciones parlamentarias (Infobae); Legislativas 2015: voto castigo para el oficialismo (Nueva Prensa de Guayana)
2. Entre 2012 y 2014 cayó 17,5 en una escala de 0 a 100, según datos del Barómetro de las Américas del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) de la Vanderbilt University, EEUU.

Foto: Leopoldo López sostiene una bandera de Venezuela durante una manifestación en Caracas, Venezuela, antes de entregarse a las autoridades, 18 de febrero de 2014. Crédito: Juan Barreto/AFP Photo.

Comentarios