Por Gretel Groisman ///
Hola, soy Gretel Groisman, coordino la Comisión de Adicciones de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay y, antes de hablar del codependiente de una persona alcohólica, les propongo escuchar estos datos de la última encuesta sobre consumo de drogas en el Uruguay:
Casi el 24% de consumidores de alcohol, presenta un uso problemático, y entre un 7 y un 8% de éstos, tienen un problema de adicción al alcohol. Es decir, tenemos un problema grande en Uruguay. Porque Incluso, esta enfermedad en forma directa o indirecta, involucra a otras personas. En este sentido, el codependiente, en su característico rol de eterno auxiliar, y con su mejor voluntad de ayudarlo, sin querer, le termina facilitando al alcohólico, el poder seguir adelante con su adicción.
Miren, generalmente una persona dependiente del alcohol, si no logra dejarlo, entre otros es porque está convencido de que lo necesita. Y pasa lo mismo con el codependiente, sentís obsesivamente la necesidad de ocuparte de un otro que, puede ser tu pareja, tu hijo, tu padre o cualquier otra persona.
Vivís preocupándote por él, haciendo cosas que no querés hacer y obsesivamente, solés pensar: ¿cómo hago para que deje de tomar?, ¿cómo hago para que no compre más botellas a mis espaldas?, ¿cómo hago para que no se note que está borracho otra vez? Siempre es, otra vez y más de la cuenta… Y vos, siempre te sentís un malabarista que intenta disimular, esconder o, incluso, eliminar la adicción que tanto te avergüenza del otro. La dependencia que ambos padecen, se sostiene fundamentalmente, gracias a relaciones humanas que no funcionan bien.
Siempre lo sobreprotegés, automáticamente le buscás una solución a los problemas en los que se mete. Porque tenés la falsa certeza de que, si vos intervenís, ese infierno se va a terminar.
Sin embargo, actuando así, ni siquiera diferenciás cuándo lo estás ayudando, y cuándo con esa misma ayuda, lo estás perjudicando. Al preguntarte: ¿qué haría una buena persona en mi lugar?, la presión social, -sin conocerte- te contesta: tenés que estar siempre dispuesto a salvarlo, dale lo mejor de vos, soportar más de lo que podés o, dar más de lo que tenés.
Y lo hacés. Con culpa, vergüenza e impotencia, asumís la responsabilidad que no tenés y ni siquiera podés reconocer tu cansancio, tu deterioro. A veces te sentís un superhéroe porque creés que solo vos podés salvarlo. Otras, te sentís un juez que siempre tiene la razón y por eso tiene todo el derecho a juzgarlo y, otras veces, te sentís la víctima de sus problemas.
A su vez, tu estado de ánimo funciona como una especie de marioneta de ese adicto. Si él está bien, vos te sentís bien y si está mal, vos estás mal. Por eso, siempre sentís la necesidad de controlar su vida, porque estás seguro de que tu felicidad depende de cómo esté él.
Sin embargo, lo que intentás controlar, descontrola tu propia vida, porque cuidándolo así, te descuidás vos. Perdés tu identidad, no sabés realmente quién sos, qué sentís, qué te gusta… Al pensar que casi tu único problema es el alcoholismo del otro, siempre la prioridad la tiene el otro, y lo que vos sientas o desees siempre lo postergás. Erróneamente creés que, si le das lo que pensás que necesita, va a dejar de tomar y vos vas a ser feliz.
O sea, quedás vacío; y es un vacío que crece, porque tu tiempo, tu energía, – ¡sí! eso tan valioso-, se lo regalás recurrentemente. Pagás un costo demasiado alto para algo que, planteado así, no tiene solución. Si no vivís tu vida, es porque no te conocés y no sabes qué hacer con ella, no por la adicción que tenga otro.
Salir de la dependencia a un adicto no es fácil, requiere el mismo trabajo, humildad y perseverancia que cualquier otra adicción. Si realmente querés empezar a controlar los daños, poner límites y disfrutar de tu vida, pedí ayuda, seguro te va a hacer bien.
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Gretel Groisman para el espacio Voces en la cuarentena de En Perspectiva
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Gretel Groisman es psicóloga, postgraduada en Psicología y Terapia Cognitiva. Especializada en temáticas de Adicciones, Depresión y trastornos de Ansiedad, coordina la Comisión de Adicciones de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay.
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Foto: Gretel Groisman, Crédito: Organización "Otros mundos, otras voces".