Por Leonardo Costa ///
Días pasados, la Cámara de Telecomunicaciones del Uruguay reclamó que el gobierno asuma su rol de contralor para regular el uso de WhatsApp en Uruguay. En tal sentido el presidente de la referida Cámara aseguró que “la situación es preocupante porque la aplicación compite directamente con las telefónicas, transformándose en un “cuarto operador” que “pone en jaque” al modelo de negocios de las empresas”.
En la misma línea, en España durante el 2015 los carriers como Movistar y Vodafone plantearon la necesidad de regular las empresas que brindan servicios a través de Internet, conocidas como "empresas OTT" (“over the top”), ya que utilizan las redes de celulares o de Internet para ofrecer sus servicios, sin realizar inversiones en infraestructura y sin estar sometidas a la misma regulación y control que las empresas de telecomunicaciones.
Por su parte la Unión Europea ha decidido comenzar a elaborar una regulación para aplicaciones como WhatsApp, Skype, Viber, Facebook y otras similares que ofrecen servicios de voz y mensajes. Aún no se ha establecido el alcance y el contenido de la regulación y se espera para 2016 un avance en tal sentido.
El oyente podrá preguntarse: ¿por qué regular servicios que favorecen al consumidor?; ¿es posible regular la innovación en internet? y, de serlo, ¿cómo podría ser una eventual regulación? Analicemos las posibles respuestas.
¿Es razonable regular? Parece claro que sin empresas de telecomunicaciones y sin sus inversiones en redes y en infraestructura, es imposible que existan las empresas OTT como WhatsApp o Skype, y por ende que los consumidores disfruten de los beneficios de dichos servicios. Vale decir, sin carriers de telecomunicaciones no hay contenidos posibles. De alguna manera estas empresas OTT se aprovechan de las inversiones de otras empresas, constituyéndose en verdaderos “free-riders”. Por tanto, desde el punto de vista de la teoría económica se impone una regulación, y la Unión Europea ha marcado la necesidad de fijar reglas que aseguren el principio de libre competencia y de neutralidad de la red. Cabe recordar que se entiende por neutralidad de la red al hecho de evitar que los proveedores de Internet (fijo, móvil o cualquier otro tipo) puedan discriminar ciertos contenidos, aplicaciones o equipos, y afectar la competencia.
¿Por dónde debería ir la regulación? Una posible solución es aplicarle a las Empresas OTT reglas análogas a las que existen para las empresas de telecomunicaciones. En tal sentido, sería posible exigirles, en un paralelismo con las regulaciones existentes en la Unión Europea para carriers, al menos las siguientes obligaciones:
a) Libre migración del usuario de WhastApp a otros servicios como Skype o Viber, con toda la información que pertenece al usuario (contactos, historial de conversaciones y datos personales). Es decir, que un usuario de WhattsApp pueda dejar de serlo para conectarse a través de otro servicio similar, sin perder sus datos personales. Algo similar a la portabilidad de los datos. Cabe recordar, que WhattsApp solo habilita hacer copia de seguridad de sus conversaciones pero no admite la migración del servicio. Esto permitiría a los carriers crear sus propios sistemas de mensajería competitivos con las empresas OTT.
b) Interconexión con otros proveedores de servicios. Vale decir exigirles a estas empresas OTT que sus usuarios puedan mandar mensajes y demás datos de WhattsApp a Skype, por ejemplo. Naturalmente, esta interconexión hará que el usuario sea el verdadero dueño de la central de mensajes y sea libre de utilizar el mejor servicio sin quedar preso de una compañía.
c) Acceso de las autoridades judiciales a los datos del usuario, obligando a las empresas OTT a conservar los datos transmitidos. En tal sentido, sería colocar a dichas empresas en el mismo escalón jurídico que a los carriers, a quienes se les obliga conservar los datos del usuario por un determinado tiempo.
d) Obligarles a las empresas OTT a pagar un costo de interconexión a los carriers o a los reguladores. De esta forma, se les permitiría a las empresas de telecomunicaciones recuperar parte de la inversión realizada en infraestructura, a la vez que se obligaría a las empresas OTT a pagar los impuestos correspondientes por la utilización comercial en los diversos países.
Como podemos apreciar, el pedido de las empresas de telecomunicaciones asociadas a la Cámara de las Telecomunicaciones del Uruguay, que en principio para el oyente puede parecer fuera de lugar, encuentra el sustento en una discusión actual en las políticas regulatorias en Europa. De las nuevas normas de la Unión Europea saldrán, seguramente, las reglas que en los próximos tiempos veremos en Uruguay.
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Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, martes 15.12.2015, hora 08.05
Sobre el autor
Leonardo Costa es abogado, profesor de Fiscalidad Internacional y Derecho Financiero en la Universidad Católica, profesor de Análisis Económico del Derecho en la Universidad de Montevideo y socio de Brum Costa Abogados.