Foto: En Perspectiva
En la década de 1990 un uruguayo desarrolló una solución contra las heladas, un fenómeno meteorológico que provoca pérdidas millonarias en varios rubros del sector agropecuario en todo el mundo.
Esa innovación tecnológica fue todo un éxito, al punto que se exportó a Estados Unidos, España, Italia, Nueva Zelandia, Chile y Argentina. Y con los años surgieron otras aplicaciones de ese sistema. Por ejemplo, comenzó a utilizarse para disipar nieblas y también olores.
El inventor fue el ingeniero Rafael Guarga, que este mes recibió la máxima distinción que otorga la Universidad de la República (UdelaR).
El pasado 1º de setiembre el Consejo Directivo Central (CDC) de la UdelaR otorgó a Guarga el Doctorado Honoris Causa por sus significativos aportes “a la ciencia, la tecnología y la innovación de la ingeniería nacional, regional e internacional”.
Además, la Udelar también destacó la gestión de Guarga dentro de la propia institución, de la que fue rector entre entre 1998 y 2006, cuando impulsó, entre otros cambios, la expansión de la universidad en el interior.
Conversamos En Perspectiva con el ingeniero Guarga.
El doctorado honoris causa es un buen disparador para conversar con él a propósito de su trayectoria como ingeniero, dentro de la Udelar y lo que significa esta distinción.
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