Foto: En Perspectiva
El domingo 27 de octubre, junto con las elecciones nacionales, habrá dos plebiscitos.
Y en uno de ellos se someterá a votación una reforma constitucional que habilita los allanamientos nocturnos en hogares.
La iniciativa, impulsada por el senador Carlos Camy, del Partido Nacional, y apoyada por todos los partidos de la coalición de gobierno, elimina una prohibición que está incluida en nuestra carta magna desde 1830.
El artículo 11 dice hoy textualmente:
“El hogar es un sagrado inviolable. De noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de Juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley.”
La papeleta que se pondrá a consideración el domingo 27 propone esta otra redacción para esa disposición:
“El hogar es un sagrado inviolable. Nadie podrá entrar en él sin el consentimiento de su morador, o por orden expresa y fundada de juez competente, dictada por escrito en los casos y formas establecidas por la ley.”
El objetivo principal de los promotores de la reforma es mejorar el combate al narcotráfico, contando con una herramienta adicional para desarticular las bocas de venta de drogas que funcionan durante la noche. Pero el Frente Amplio y algunas organizaciones sociales señalan que por este camino no se logrará un cambio significativo en seguridad pública y, sin embargo se habrá recortado una garantía importante.
Aquí, En Perspectiva ya hemos realizado entrevistas con voceros a favor y en contra de esta iniciativa. En esta ocasión, culminamos el abordaje de este asunto con un debate.
Para ello conversamos con Denisse Legrand, coordinadora de Nada Crece a la Sombra, programa socioeducativo y de salud en las cárceles, esta organización se ha pronunciado en contra de la iniciativa; y Pablo Caffarelli, abogado, asesor de Partido Nacional que participa en charlas a favor de esta reforma constitucional junto a Patricia Rodríguez, ex presidenta del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo.
Las reglas del debate: En cada pregunta cada uno de los dos invitados tiene tres minutos para exponer y luego un minuto para la réplica.