Foto: Ricardo Stuckert / Prensa Lula
Luis Inácio Lula Da Silva, de 77 años, fue proclamado ayer como nuevo presidente de Brasil, exactamente 20 años después de haber accedido al poder por primera vez.
El líder de izquierda prometió "reconstruir" Brasil y reconciliar a sus compatriotas al asumir su tercer mandato en una ceremonia en Brasilia que tuvo un despliegue de seguridad sin antecedentes.
"Vaciaron los recursos de salud, desmontaron la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, destruyeron la protección del medio ambiente".
Además, Lula sostuvo que una de las prioridades de su mandato será terminar con el hambre en Brasil y acabar con la deforestación de la selva amazónica.
Contrariamente a la tradición, su predecesor, Jair Bolsonaro, estuvo ausente. El ex mandatario viajó el viernes a Estados Unidos, dos días antes de finalizar su periodo de gobierno.
Ante la ausencia de Bolsonaro, el cacique Raoni junto a representantes de otras minorías y clases populares de Brasil fueron los encargados de entregarle la banda presidencial, una cinta de seda verde y amarilla bordada en oro y diamantes, que Lula recibió sin poder contener las lágrimas.
Analizamos qué deja la ceremonia de asunción y los desafíos inmediatos que tendrá Lula, en diálogo con el politólogo Hugo Borsani, colaborador habitual de En Perspectiva desde Brasil.
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