Foto: Fundación Canguro
En el área de maternidad del Centro Hospitalario Pereira Rossell, al fondo del complejo, hay un oasis de calma y limpieza extrema donde el foco está en el cariño: la Fundación Canguro.
A esta fundación ya la conocimos aquí En Perspectiva: trabajan ofreciendo “nutrición afectiva” a bebés que están en el Pereira Rossell a la espera de una decisión judicial.
Bebés que antes permanecían solitos, y aunque uno piense que no se dan cuenta por ser tan chiquitos, esa falta de cariño termina pesando en su desarrollo.
Cuando los visitamos, funcionaban en la sala de cuidados moderados, pero desde aquel entonces han crecido y ya cuentan con su propia área.
La semana pasada, el Café Solidario que se realizó en el Centro, Ciudad Vieja y Palermo destinó el 100% de la recaudación a Canguro. Pero no queda ahí: el mes que viene habrá una carrera, la Bebetón, con el objetivo de seguir agrandando la sala.
Charlamos ahora con ellos para conocer más de lo que hacen, de cómo se han expandido y de qué planes tienen a futuro. Para eso conversamos En Perspectiva con Agnes Bonavita, integrante de la comisión directiva de Canguro y voluntaria.
