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Finaliza la actividad parlamentaria, reaparece la “guerra de despachos” y comienza la negociación por cargos rentados en el Poder Legislativo

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Producción: Alejandro Rodríguez Dopico

Ayer fue la última sesión del Senado de este año y, también, la última sesión de esta legislatura de cinco años. Además, seguramente este miércoles haya sido el cierre de la actividad en la Cámara de Diputados.

En la cámara alta y en la baja, las sesiones estuvieron dominadas por los saludos tradicionales de fin de año, pero también por las despedidas. Muchos senadores y diputados ya no estarán más. Se viene una fuerte renovación de figuras en los dos recintos.

Algunos parlamentarios que se van pasarán a ocupar cargos ministeriales y puestos de relevancia en el Poder Ejecutivo a partir del 1 de marzo, con la asunción de Luis Lacalle Pou como presidente de la República.

Dentro del Senado esto ocurrirá con los nacionalistas Álvaro Delgado, Luis Alberto Heber, Javier García y Jorge Larrañaga, entre otros, pero también con el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, que será ministro de Trabajo.

En otros casos, la ausencia será por no haber logrado los votos suficientes para retener la banca; eso ocurre, por ejemplo, con la socialista Mónica Xavier y el colorado José Amorín. Y también están los que decidieron dar un paso al costado en la actividad legislativa, como la también socialista Daisy Tourné o el también colorado Pedro Bordaberry.

Despedida

¿Cómo fue el fin de la actividad del Senado y el cierre de la sesión? Con escaso glamour, unas pocas palabras de la vicepresidente Lucía Topolansky y la aprobación de un proyecto de ley que posterga hasta enero de 2021 la vigencia de la regulación de viáticos para los funcionarios públicos.

El proyecto queda aprobado y pasa a la Cámara de Diputados para su consideración. No habiendo otros asuntos, levantamos la sesión, saludamos a todos los legisladores, felices fiestas, feliz año nuevo y demás.

Nueva etapa

Con el final de la actividad parlamentaria comienza una nueva etapa.

Si bien cualquiera de las dos cámaras puede sesionar en el verano y también podría ser convocada la Comisión Permanente, las miradas están puestas en la integración del Parlamento que asumirá el 15 de febrero.

Se trata de los 30 senadores y 99 diputados surgidos de las elecciones nacionales del 27 de octubre. Algunas caras repetirán, otras no. Se dará el ingreso de hombres y mujeres con poca o ninguna experiencia política. Y junto a ese proceso de renovación ocurrirá -o mejor dicho, ya ocurre- otra serie de situaciones que se dan cada cinco años.

Lo concreto, según supo la producción de En Perspectiva, es que varios parlamentarios electos ya han recorrido las instalaciones en busca de un despacho. Han estado en el Palacio Legislativo y también en el edificio anexo, llamado José Artigas. En este último local funcionan las comisiones, las oficinas de los diputados y la del senador Pablo Mieres; además hay otros espacios destinados al uso de las agrupaciones políticas.

Guerra de despachos

Estamos, en los hechos, ante una nueva edición de la llamada “guerra de despachos”, donde los legisladores electos se disputan sus sitios de trabajo.

“Algunos se están matando entre ellos”, explicó un legislador a la producción de En Perspectiva.

¿Qué está en juego? Para algunos absolutamente nada, pero para otros la ubicación del despacho es símbolo de estatus.

Como es habitual, los dos primeros pisos del edificio José Artigas serán utilizados por el Frente Amplio (FA). Pero existe la posibilidad de compartir parte de la segunda planta con legisladores de Cabildo Abierto o con César Vega, electo por el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI).

El tercer y cuarto nivel corresponderán a blancos y colorados, como es habitual. Pero también irán allí las bancadas del Partido Independiente y el Partido de la Gente. Y, seguramente, algunos espacios del cuarto piso serán asignados a los liderados por Guido Manini Ríos.

El diputado electo de Cabildo Abierto Eduardo Lust dijo a la producción de En Perspectiva que desde el Parlamento se contactaron con su colectividad para solicitar información sobre quienes van a iniciar tareas en la próxima legislatura.

Según explicó, en una reunión con delegados de todos los partidos políticos se buscará consensuar la asignación de las oficinas a partir de los espacios que queden vacantes.

Por lo pronto, en la segunda planta algunos despachos del FA deberán trasladarse para dar espacio a los diputados de los nuevos partidos.

Se busca que los despachos de la bancada parlamentaria de izquierda queden lo más juntos posible, según explicó el diputado Jorge Pozzi, que no logró la reelección de su banca por el Nuevo Espacio.
Todo está bajo conversación.

Pero mientras tanto los diputados que no fueron reelectos deben dejar sus despachos en el correr de febrero para que el personal de servicio pueda acondicionarlos.

Asimismo, cada legislador que abandona su oficina debe hacer algo muy particular: llevarse el disco duro de la computadora para que el personal de informática pueda colocar uno nuevo, o vaciar el disco duro para que el nuevo parlamentario pueda utilizar el equipo sin archivos o documentos del antecesor.

Según se explicó a la producción de En Perspectiva, la información que está en los discos duros es privada, no del Parlamento. Y como es de esperarse, hay un celo muy fuerte alrededor de los dispositivos informáticos usados en los despachos.

En el Senado

¿Qué ocurre a nivel del Senado, donde sus integrantes tienen sus despachos en el edificio central del Palacio Legislativo?

Aquí es donde la asignación de oficinas cobra un simbolismo mayor.

Si bien es un asunto que se somete a negociación entre todos los partidos políticos con representación en la Cámara Alta, algunos lugares son prácticamente distribuidos a solicitud de los futuros ocupantes.

¿A qué nos referimos?

Por ejemplo, el expresidente Julio María Sanguinetti, que asumirá su banca por Batllistas, ocupará el despacho en el segundo piso que hasta hace poco correspondía a Luis Lacalle Pou.

Se trata de una oficina conocida como el “despacho presidencial”, que cobró esa nominación por haber sido empleada previamente por Sanguinetti y por el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera durante su tránsito por el Senado, entre 2010 y 2015.

Por otra parte, José Mujica volverá a instalarse en la oficina que tenía antes de renunciar, en agosto del año pasado. Y Lucía Topolansky regresará al que empleaba antes de asumir la Presidencia de la cámara alta, cuando en 2017 renunció Raúl Sendic.

Pero la atención de los futuros senadores del FA está puesta en la llamada “avenida 18 de julio”.

¿Qué es esto? Un corredor muy ancho de la planta baja del Palacio Legislativo que se ubica frente a la puerta de acceso del Senado.

Allí tienen sus despachos (grandes y confortables) varios senadores del oficialismo, y los frenteamplistas entrantes ya pidieron ocuparlos.

Por ejemplo, Danilo Astori solicitó trabajar en el espacio que ya supo tener en el pasado. Además, Mario Bergara pidió una oficina en esa misma zona, así como Liliám Kechichian y Carolina Cosse.

En tanto, Oscar Andrade ocupará el despacho que hoy en día tiene Juan Castillo en ese corredor. Es el mismo que desde la reapertura democrática ocuparon integrantes de la lista 1001, como Germán Araújo, Marina Arismendi y Eduardo Lorier.

En ese corredor especial también se ubica Pedro Bordaberry, que hasta el momento no tiene novedades sobre quién será el nuevo ocupante de su espacio.

Ayer en el Senado algunos se preguntaban dónde se ubicará Guido Manini Ríos, pero hasta el momento no tiene un área asignada, según se explicó desde Cabildo Abierto a la producción de En Perspectiva.

Sillones

Un fenómeno similar se registra adentro del recinto parlamentario.

Es que algunos senadores pretenden ocupar un sillón específico dentro de la Cámara de Senadores. Por ejemplo, Sanguinetti espera utilizar la misma banca que en el pasado y, según varias fuentes, el mismo planteo fue hecho por Danilo Astori.

Además, dentro del Partido Nacional es significativo el sillón en el que se sienta Jorge Larrañaga ya que en el pasado fue utilizado por Wilson Ferreira Aldunate.

“Parecen cosas menores, pero para algunos tiene importancia”, explicó a En Perspectiva un senador.

Cargos rentados

En tanto, junto con las asignaciones de lugares de trabajo llega una negociación entre los partidos políticos por algunos cargos rentados en el Parlamento.

Son puestos clave y de confianza de las colectividades partidarias, y suelen asignarse en base a la representatividad alcanzada en las elecciones nacionales.

Quizás estos cargos pasan desapercibidos para la gran mayoría de la población, pero en ocasiones son distribuidos entre dirigentes políticos que no logran alcanzar una banca o entre allegados a las autoridades partidarias.

Estamos hablando de más de una decena de puestos de trabajo, donde se destacan en cada una de las cámaras el de secretario redactor, secretario relator –que vemos a los laterales de los presidentes de ambos cuerpos legislativos- y los dos prosecretarios.

En síntesis

Es decir, en este mes finaliza prácticamente la actividad parlamentaria, pero comienzan otros procesos, aquellos que vemos cada cinco años y que en ocasiones no son nada menores para los partidos y los legisladores.

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Foto: Palacio Legislativo. Crédito: Nicolás Celaya /adhocFOTOS

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