Foto: Florian Plaucheur / AFP
En Brasil la transición entre el gobierno saliente de Jair Bolsonaro y el equipo del presidente electo, Luis Inácio Lula Da Silva, avanza en medio de protestas que insisten en desconocer el resultado de la segunda vuelta electoral del pasado 30 de octubre.
Este lunes, el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, anunció los nombres de quienes integrarán el grupo encargado de la transición de gobierno. Alckmin dijo que los designados en estos grupos técnicos serán libres de invitar a personas afines que puedan ayudar con la tarea de recolectar los datos necesarios para preparar la instalación de la nueva administración.
Paralelamente, Lula llegó ayer a Egipto para asistir a la Cumbre Mundial del Clima, la COP27, donde prevé relanzar la agenda para la preservación de la selva amazónica.
Por otro lado, Lula se reunió con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, en busca de apoyos en el Congreso de mayoría opositora para financiar sus promesas de campaña. Eso incluye, entre otros, encontrar dinero en el presupuesto, ya muy exigido, para plasmar un aumento del salario mínimo así como mantener el programa de ayuda Auxilio Brasil. Entre las opciones se evalúa una enmienda constitucional para modificar el techo de gastos del presupuesto de 2023.
A todo esto, miles de brasileños se congregaron ayer frente a cuarteles del Ejército en Rio de Janeiro, Brasilia y Sao Paulo, pidiendo una intervención militar contra el triunfo electoral de Lula. Bolsonaro, por su lado, prácticamente se ha ausentado de la vida pública desde el balotaje. Incluso en Twitter, donde era muy activo, sus mensajes han sido escasos.
La Mesa de Análisis Internacional con Hugo Borsani, Gustavo Calvo y Leo Harari.
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