Cabildo Abierto impulsa revisión de las leyes sobre aborto y marihuana

El senador Guido Manini Ríos adelantó ayer que Cabildo Abierto es partidario de que el parlamento vuelva a discutir la ley que regula la producción y comercialización del cannabis y la ley de despenalización del aborto.

En entrevista con Canal 4, Manini Ríos prefirió no “entrar en polémica ahora” ya que “hay otras prioridades”. Tampoco adelantó qué estrategia utilizará para que se concrete la revisión de esas normas pero sostuvo que refieren a asuntos centrales en los que su partido “tiene posiciones muy firmes que va a plantear” en este periodo de gobierno:

No hemos cambiado un ápice nuestra posición en esos temas. Las cosas en política tienen su tiempo, no podemos tirar temas hoy cuando hay otras prioridades que se están procesando. Son temas muy importantes con los que la sociedad uruguaya se merece una discusión; en algunos casos, una nueva discusión, y nosotros en los próximos tiempos la vamos a resolver.

En junio del año pasado, en medio de la pasada campaña electoral, Manini Ríos había declarado estar en contra de la ley de interrupción voluntaria del embarazo y manejó la posibilidad de derogarla en caso de que la coalición llegara al gobierno. El programa de Cabildo Abierto, por otro lado, proponía «derogar aquellos aspectos de la Ley Nº 19.172 (regulación y control del cannabis), normas y decretos respectivos, en cuanto a la plantación, cultivo, cosecha, industrialización y distribución de cannabis psicoactivo para su dispensación en Farmacias, para uso personal».

En noviembre, sin embargo, luego de haber firmado el documento Compromiso por El País junto con los otros partidos de la coalición multicolor, Manini sostuvo que “no se van a ir contra derechos adquiridos”. “En este compromiso que hemos firmado hablamos claramente de no cambiar la legislación vigente”, aseguró.

La Tertulia de los Viernes con Alejandro Abal, Marcia Collazo, Juan Grompone y Gonzalo Pérez del Castillo.

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Foto: Guido Manini Ríos durante el tratamiento del proyecto de Rendición de Cuentas y Balance 2019 en cámara de Senadores del Palacio Legislativo. Crédito: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Candela Stewart

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10 Comentarios

  • Cabildo Abierto quiere empezar a marcar agenda propia. Es mejor que lo haga con temas trascendentes como éstos, en lugar de hacerlo con las remuneraciones de miembros de las fuerzas armadas.
    En particular, sobre el tema del aborto, creo que nuestra sociedad se merece un estudio de esta problemática que no se dio al frustrarse el referéndum que se intentó promover el 2013. Si por ejemplo, en el problema de las muertes en el tránsito logramos bajar de 600 a 400 anuales en un período de pocos años, cómo no nos va a preocupar que cada año sean matados (sí; matados) cerca de diez mil nuevos seres humanos antes de su alumbramiento; sobre todo, teniendo en cuenta nuestra muy baja tasa de natalidad. Por qué no buscamos mecanismos que permitan dar asistencia a esas madres que se ven ante la inminencia de un embarazo no deseado, para que puedan dar a luz y criar a esas nuevas criaturas, o si no pueden hacerlo, darlos en adopción a otros que sí quieran, para que al final se vuelvan nuevas personas de bien.

    • Estimado Jorge, El tema es jústamente el estatus del feto. El tránsito desde un huevo fecundado, que es objetivamente una célula, hasta que sale un ser humano vivo llorando a las 40 semanas es exactamente lo que está en discusión acá. Yo no soy biólogo, pero parece que los 3 meses de las legislaciones que regulan el aborto tienen relación con eso, con poner un límite –siempre arbitrario– a partir del cuál considerar al feto un ser humano, al menos tan humano como para no considerar matarlo, como dice usted.

      Jústamente, todo el lío es ese que para usted no es materia de discusión. Reconozco que es un tema diferente al de la eutanasia porque tiene esa complejidad de no saber exactamente de cuántas personas estamos hablando. Pero sería bueno reconocer que eso tiene una fuerte dosis ideológica y que al final, como en todas las prohibiciones, lo que no se hace en forma regulada y legal, se hace desreguladamente en el mercado negro. La legislación uruguaya en eso es muy prudente, intenta explicar las alternativas, le da a la mujer tiempo para pensar y si la decisión la tomó y es irreversible, acompaña el proceso para que haya las mínimas garantías sanitarias.

      Sobre lo que dice de la reproducción de la sociedad discrepo también. La sociedad uruguaya está demasiado basada en la familia –en sentido amplio– como organización encargada de la reproducción de la sociedad. Las familias ricas tienden a reproducirse poco porque postergan la natalidad para priorizar los negocios y la vida profesional, cuando la tienen. Y también para dejarle la vida asegurada a su prole: si hay muchos hijos, son muchos para repartirse la herencia y ya no son individualmente tan ricos. Dejando de lado a los del Opus Dei, casi siempre muy ricos y muy fecundos, en general es así: pocos hijos para darles mucho a cada uno.

      La población que tiene comodidad para reproducirse no lo hace y la gente más pobre y con menos oportunidades de ascenso es la que más hijos tiene. Muchas veces detrás de esos abortos hay dramas familiares que no auguran un futuro de posibilidades para esos fetos devenidos en humanos nacidos. Sus madres son gente que difícilmente se las pueda acusar de no poner sus ovarios al servicio de la reproducción del país. Pero bueno, a veces, sobre todo cuando son todavía muy menores, capaz que prefieren terminar el liceo antes que salir a laburar para mantener un crío. Y creo que eso es sano para ella y para todos los hijos que seguramente va a tener entre los 20 y los 30.

      La sociedad que reclama que se reproduzcan se desentiende de buena parte del costo material de criarlos y, redondamente, de asegurarles una inserción económica al final de la adolescencia. Condenados a ser pobres por nacimiento, vagando por las calles mientras su madre sale a trabajar, golpeados por la vida y la cultura de la calle.

      Ninguna mujer va alegremente a abortar. Las ricas muchas veces lo hacen en buenas clínicas privadas, las pobres ahora con la cobertura del sistema de salud. Si al menos se ofreciera una adopción asegurada a priori, de modo que la embarazada supiera que lo tiene y enseguida se puede desentender de la responsabilidad del crío, entonces quizás muchas preferirian culminar la gestación. Es muy traumático para una mujer abortar. Conozco casos y le aseguro que no lo vivieron con indiferencia. El tema es que los mecanismos de adopción son extremadamente lentos y poco eficaces para colocar a las criaturas.

      Pero esa es una buena pregunta que me hago: porqué tenemos una sociedad en la que la gente exitosa no quiere reproducirse y todavía pensamos que tenemos el derecho de exigirle a las pobres que no aborten.

      • En primer lugar, un embrión es un ser humano; desde su concepción; no hay ningún argumento para negarlo. Porque su origen es humano; no es un animal, ni un vegetal, ni un trozo de mineral, ni un alienígena, si existen. Y es un ser distinto de la madre que lo concibe, si bien se encuentra dentro de su cuerpo. No es un tumor, ni un quiste, ni una malformación, ni ninguna otra de esas formas que sí son parte del cuerpo y se pueden extraer (y de hecho, se los extrae para evitar trastornos). Así que, vamos a considerarlos por lo que son desde su inicio. Y, por otra parte, no es seguro que las mujeres pobres sean quienes se hacen más abortos; yo he oído decir que justamente las más pobres son quienes más desean tener hijos porque es una forma de sentirse realizadas en su vida; han alcanzado algo. Estoy seguro que si se hiciera el perfil social de las mujeres que «interrumpen su embarazo», la mayoría serían sin problemas económicos. En fin; admitamos que la ley siga vigente, ya que fracasó el intento de referéndum, y porque el objetivo no debe ser que no haya abortos legales para que se hagan ilegales, sino que se desista de esa práctica. Implementemos para eso planes de asistencia a las embarazadas para que puedan llevar a término su embarazo y que puedan criarlos con seguridad. Y facilitemos las vías de adopción para aquellas que de veras no puedan o no quieran encargarse de su crianza. Hay que encarar estos procedimientos con eficacia y con buena fe.

        • No, mi amigo Laviano. Un embrión es en principio una célula, luego se va multiplicando y diferenciándose. El origen humano no lo hace humano, como no es un humano ninguna de las células que componen nuestro cuerpo. He aquí la cuestión: cómo y cuando tiene sentido considerar a un embrión un ser humano. Si todo el mundo pensara como usted, este tema no estaría en discusión.

          Lo que sí es cierto es que las mujeres de clase media hacia arriba normalmente accedían a abortos en clínicas con todas las garantías sanitarias. El aborto legal le cambia la vida a las pobres y son las únicas que tal no accedían a abortos hechos con los medios debidos y ahora sí. Esta ley sólo le facilita el aborto a las pobres, las otras siempre abortan y nunca tienen problemas médicos y ese es el punto. Familias muy creyentes y de mucha plata pagaban abortos en clínicias clandestinas bien instaladas para «salvar el honor» de la familia.

          Sobre todo, creo yo, es fundamental que nadie que no quiera o no sienta asumir la responsabilidad de criar un ser humano, deba hacerlo por «motivos de sangre». Es lo que yo le decía: simplifiquen la adopción y muchas mujeres preferirán no abortar. Pero el tema es que puedan realmente elegir entregar la criatura y no que alguien, de afuera, juzgue si «de veras» lo pueden criar. Criar un hijo es mucha responsabilidad, muchas veces sobre los hombros de pibas que están en edad de terminar el liceo, no de ser madres. ¡Claro que habría que financiar la procreación en una sociedad envejecida y con baja tasa de natalidad! Pero lo que pasa es que la sociedad no lo acepta, aparece el discurso de que «se mantiene vagos» cuando se transfieren mendrugos a gente pobrísima para ayudarlas a criar a sus hijos. Entonces, los ricos no quieren reproducirse, transferirle a los pobres es mantener vagos…. ¿Cómo se arregla eso? ¿Con cárcel para gurisas pobres que abortan y las descubren?

          El tema es que lo prefieran porque tenerlo no les implica una responsabilidad más allá del parto, no que lo hagan porque hay una ley que lo penaliza. Que sepan que la adopción está ya pactada durante la gestación, que el Estado ya contactó una familia adoptiva que desea una criatura y tiene los medios para criarla. Nadie, repito, NADIE está a favor del aborto. La discusión es si se debe penalizar algo que de todas formas pasa o si hay que regularlo. Es como el juego, como el alcohol, como la prostitución, como otras drogas que lamentablemente hoy consideramos ilegales… todo regulado y con mucha educación y promoción de alternativas es la forma de resolver las cosas. Eso sale plata y plata de los que pueden pagarlo, obviamente. Esa es la razón por la que esas cosas nunca sucederán.

          Atentos saludos y gracias por su respuesta.

    • Este dinosaurio se hace el moralista. Que ignorantes son estos legisladores o quizá se hacen los tontos y van prendidos en la clandestinidad de las clínicas abortiva. Con respecto al cultivo de Cannabis demuestra que es un ignorante total y de cabeza muy cerrada.

  • La apropiación -o su intento- de definir un coto del «deber ser decente» del prójimo, siempre ha sido un flagelo para las almas libres.
    La cosa publica, cuando es mejor, separa de la moral los tabúes preconcebidos, la moral pública es más sana cuando no es un marco totalizador de imposición, sino un mínimo común denominador de convivencia.

  • Todos los «pro – vida» proponen volver a penalizar el aborto, y después organizar el marco legal necesario para agilizar los trámites de adopción y ayudas necesarias para las madres indefensas, etc. ¿Por qué no invierten los términos? ¿Por qué no se preocupan primero de hacer una ley que facilite la adopción rápidamente? ¿Por qué no hay ya, en este momento, una institución que ampare a mujeres embarazadas con problemas? ¿Saben por qué? : porque esos argumentos son hipocresía pura y dura. Los prejuicios morales y religiosos los llevan a convertirse en «especialistas en biología » y en «sociólogos humanitarios «. La ley que penalizaba el aborto en Uruguay, era «letra muerta » desde hacía muchos años. Cualquiera sabía que con unos 500 dólares se hacía un aborto ilegal en en «clinicas» bastante seguras. Los «moralistas » defensores de la «vida humana » desde el primer día de la concepción , no se preocuparon nunca por denunciar la existencia de clínicas ilegales abortivas, y sólo se tenían noticias cuando alguna madre moría por un aborto mal realizado. De lo contrario, se miraba para otro lado y «santas pascuas «. Por favor; tengan en cuenta que la despenalización del aborto, no obliga a nadie a abortar !!!!
    Si están tan «preocupados » por la baja tasa de natalidad, tengan muchos hijos ustedes, insten a sus hijos a procrear familias numerosas y dejen de meterse en la vida de los demás. No sean hipócritas !!!

  • Los pachequistas siempre marcando el oscurantismo, el atraso y a lo bestia… que coherencia!!

  • Buenos dìas a todos

    ¡Qué violencia se desata cuando se trata del aborto voluntario!
    Eso demuestra que el tema no està saldado ni mucho menos.

    No me pongo el sayo de dinosaurio, de retrógada, de atrasada y menos de bestia por defender hace más de 35 años la vida y la salud de la criatura humana.

    Me resbalan los agravios a esta altura, pero les recomiendo a quienes no tienen más aportes que esos repetidos clichés que se informen.

    Si no es humano, si no está vivo como se explica la alegría de un pareja al ver su HIJO por ecografía de tan sòlo 7 semanas, emocionarse hasta las lágrimas al escuchar latir su pequeño corazón y comunircarselo a sus familiares.
    ¿Han experimentado la alegría de saber que van a ser abuelos? ¿Puede existir algo más maravilloso?
    ¿qué sentirían si sus hijos deciden no seguir con el embarazo? ¿pensarán están en su derecho? o sufrirán por el nieto que no fué?

    “Quien justifica el aborto, justifica la pena de muerte, y yo estoy en contra de la pena de muerte y en contra del aborto. Ser progresista significa defender la vida y nada más”
    Adolfo Pérez Esquivel, socialista argentino Premio Nobel de la Paz

    Saludos
    ml gonzález-ginecóloga

    • La felicito, señora, porque Ud. comprende el problema, y la felicito doblemente porque lo hace siendo mujer, con lo que desmiente el prejuicio de que quienes estamos contra la práctica del aborto es porque somos «machistas». Toda mi perorata es para tratar de convencer a los que están en la posición de legitimar el aborto para que reflexionen y cambien de posición. Como lo hice yo mismo, que hace varios años tomaba el asunto como algo que sólo involucraba a las embarazadas, o a la pareja, según el caso, sin notar que había otro ser humano afectado (y cómo).

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