Fondo de Solidaridad: ¿Es justo que egresados universitarios paguen un aporte para financiar becas?

Desde este mes de enero ya no deben realizar aportes al Fondo de Solidaridad aquellos profesionales que egresaron de la Universidad de la República o de la UTU en 1985 o años anteriores.

Son unas 12 mil personas que comenzaron a aportar en 1995, cuando se puso en marcha el Fondo de Solidaridad, y por lo tanto, acaban de cumplir 25 de años de contribución, uno de los requisitos establecidos en la ley para el cese de la obligación.

El Fondo de Solidaridad fue creado por ley en 1994 como un organismo no estatal basado en el aporte de los egresados de la educación pública terciaria para financiar un sistema de becas destinado a estudiantes de bajos recursos.

José Luis Genta, presidente de la Comisión Honoraria Administradora, explicaba ayer, en la entrevista central de En Perspectiva, cuáles son los fundamentos de este fondo:

El objetivo es que el profesional, el ciudadano que logró culminar una carrera a nivel de uno de estos institutos públicos, tenga el compromiso de ser solidario con los que están por ingresar y que tienen bajos recursos.

¿Es justo que egresados universitarios paguen un aporte para financiar becas?

La Tertulia de los Viernes con Alejandro Abal, Juan Grompone, Jana Rodríguez Hertz y Álvaro Pérez.

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Candela Stewart

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5 Comentarios

  • De acuerdo con el Prof. Abal, al respecto insisto q el sistema, bien uruguayo, castiga la eficiencia y premia a los q no terminan sus estudios q son los q generan mayor costo. Agrego q cuanto más eficiente es el estudiante y egresa más joven, más se lo castiga.
    Respecto al comentario de Grompone de aumentar la cuota del fondo es típica de alguien q saluda con bolsillo ajeno.
    Un comentario gral y 1 pgta xa todos:los estudiantes univetsitarios y sus flias son 1 grupo privilegiado o acaso no integran, no forman parte de la sociedad y con los impuestos q pagan durante sus estudios y posteriormente no financiaron los costos de la udelar? Xq si estuvimos exonerados de esas pesadas cargas impositivas, además del fondo de solidaridad, no nos enteramos.
    Me recibí en el 90, ingresé a la udelar en el84 y en esa época no había otra opción q la udelar q se suponía gratuita xq todos podiamos acceder a ella (no salieron Einsteins de allí) y se financiaba con los impuestos q pagabamos entre todos, los estudiantes y sus flias junto con los restantes contribuyentes, q conformamos la sociedad.
    Saludos

  • Por más que lo llamen «fondo de solidaridad», no se trata nada más que de un impuesto, que grava a un sector de la sociedad sin tener en cuenta su capacidad contributiva (pagan igual el que gana mucho que el que gana poco, o a veces nada). Yo soy profesional universitario, jubilado de hace varios años, y también fui empleado aportante al BPS. Y cuando estaba en actividad, menos mal que tenia otro ingreso, que si no la profesión a veces no me daba para pagar el fondo además de la Caja Profesional. Por eso comprendo lo que dijo Abal, de que hay abogados (entre otras profesiones) a quienes los ingresos profesionales a veces no les da para pagar ese fondo; por eso entiendo que el mismo es injusto. Deberían establecer para ese fondo una fuente de recursos que tuviera en cuenta la capacidad contributiva de cada sujeto, de manera similar a lo que es el impuesto de primaria.

  • El problema es que el concepto está mal parido porque se piensa que la educación universitaria es la llave de un negocio que sólo le sirve al diplomado. En rigor, todos lucramos con toda la educación que recibimos, desde la escuela primaria hasta el último nivel alcanzado.

    A nadie se le ocurriría (por ahora y espero que jamás) cobrar a los egresados de la escuela pública o del liceo público. La sociedad se beneficia toda con que haya egresados universitarios. Si con su carrera, alguien gana mucha plata, pues que pague por lo que gana, no por lo que estudió. Todavía tenemos un impuestoa a la renta que está lejos de los estándares europeos, así que hay margen.

    Yo prefiero que en la sociedad en la que vivo, la gente que gana más plata además sea educada. Este impuesto en cambio parece inferir que si se gana plata con el estudio se le debe más contribución al fisco que si uno gana plata sin haber estudiado. La educación debe pensarse como el motor del ascenso social, una de las pocas cosas que hace el Estado para compensar las dramáticas desigualdades consecuencia la suerte que nos tocó al nacer. La idea de cobrar el impuesto al egresado es la idea de que es más legítimo heredar fortuna que estudiar para subir de clase social.

  • Comparto lo expresado por Alejandro pero se quedó corto.
    El sistema de financiamiento de la Universidad pública uruguayo supuestamente gratuito es sencillamente absurdo. No es meritocrático, ni democrático, ni justo, ni ayuda a los buenos estudiantes que carecen de medios económicos.

  • Varios comentarios:
    1) Alguien que pasa el mínimo imponible de 36152 pesos, debe pagar al año 16570, o sea 46% de su salario, o sea, medio aguinaldo, o sea, el estado le borra medio aguinaldo de un plumazo.
    2) Yo ingresé en 1987, pensando que ingresaba a una universidad gratuita y en el camino me cambiaron las reglas de juego ¿es eso justo?
    3) Como bien dice Abal, hay multitud de estudiantes que no se reciben y dicho sea de paso ganan más que algunos egresados. Por ejemplo en computación es muy común que suceda.
    4) Alguien puede hacer toda la carrera en la UDELAR hasta que le falta una materia para recibirse, luego irse a una Universidad privada o del extranjero, revalidar las asignaturas y terminar la carrera en la nueva universidad, y no pagar un peso ¿es eso justo?

    Básicamente, este impuesto es una vergüenza, con cero justicia hacia los egresados universitarios, y gran promotor de desigualdad. En la tertulia se compara el costo con el de las universidades privadas, pero se olvidaron de recordar las condiciones de éstas últimas, sin salones atiborrados de estudiantes, que perjudican a los de peores condiciones, etc. La UDELAR, está hecha para privilegiados económicamente hablado o intelectualmente hablando, para el resto de los mortales, es pésima. Y este impuesto le pega a los que menos ganan. Para los que tienen un buen ingreso es una cosquilla, pero para los que apenas pasan el/los mínimo/s imponibles, es una patada en el hígado.

    Saludos

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