Foto: Valentine Chapuis / AFP
Francia vivió ayer una jornada de paro sindical en varios sectores de la economía en reclamo de aumentos salariales para compensar la inflación, entre otras demandas.
Al menos 100.000 personas según las estimaciones del gobierno y hasta el triple de esa cifra según los organizadores, salieron a las calles de Paris, para manifestarse. Pero también hubo concentraciones en decenas de ciudades del país.
Las movilizaciones comenzaron hace ya dos semanas a partir de un conflicto sindical en las empresas petroleras Exxon Mobil y Total Energies por el aumento de salarios. Ese diferendo derivó en una huelga por tiempo indeterminado en las refinerías, que aún mantiene en jaque el abastecimiento de combustibles en todo el país.
Con el correr de los días cientos de sindicatos se fueron solidarizando con los gremios del sector energético y convocaron a paros y movilizaciones en otros rubros de actividad, sumando más reclamos a la plataforma. Por ejemplo, se exige el aumento del salario mínimo, más presupuesto para los hospitales y dejar de lado la reforma en la seguridad social.
En la convocatoria de las manifestaciones, además de los sindicatos, han estado varios partidos de izquierda, entre ellos La Francia Insumisa, de Jean Luc Melenchon, uno de los rivales principales del presidente Emmanuel Macron en las pasadas elecciones.
“Es la responsabilidad que tomamos: llamamos al pueblo a la lucha y a constituir esa unidad popular que necesitamos para enfrentar al capital, porque si cada uno va por su lado sabemos muy bien que no vamos a tener éxito”.
La Mesa de Análisis Internacional con Andrea Burstin, Gustavo Calvo y Leo Harari.
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