Foto: Ozan Kose. AFP
Irán se vio sacudido esta semana por una enorme ola de protestas a raíz de la muerte de una mujer, Mahsa Amini, que había sido detenida por la policía por usar mal el velo islámico.
Algunas manifestantes desafiaron a las autoridades quitándose los velos y prendiéndolos fuego, o cortándose el pelo entre la multitud, según unas imágenes de video que se hicieron virales en las redes sociales.
En la represión de las concentraciones, que ya dejó 17 víctimas mortales según una agencia estatal, la policía usó gas lacrimógeno y efectuó arrestos para dispersar multitudes de hasta 1.000 personas en decenas de ciudades.
El enojo público estalló el viernes cuando se confirmó la muerte de Amini. La joven, de 22 años, había sido internada en estado de coma el martes de la semana pasada, después de su detención llevada a cabo por la policía moral, un cuerpo que hace cumplir el código de vestimenta.
Según las autoridades iraníes, la joven falleció por causas naturales, pero activistas y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas afirman que en el momento del arresto fue golpeada violentamente en la cabeza contra un vehículo de la policía.
Estados Unidos impuso sanciones internacionales a la policía moral iraní. En la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo que “acepta las protestas pacíficas” y prometió una investigación a fondo sobre la muerte de Amini.
Raisi acusó a Occidente de "doble rasero", recordando los asesinatos a manos de la policía en Estados Unidos y citando estadísticas sobre las muertes de mujeres en Gran Bretaña:
"¿Por qué no pedir exactamente lo mismo para aquellos que pierden la vida a manos de las fuerzas del orden y otros agentes en todo Occidente: Europa, América del Norte, Estados Unidos de América?"
La Tertulia de los Viernes con Susana Mangana, Alejandro Abal, Marcia Collazo y Juan Grompone.
