Foto: Redes sociales de Liz Truss
Este martes terminó el funeral de Estado a la reina Isabel II, que falleció el 8 setiembre a los 96 años de edad y tras 70 años al frente de la corona.
Luego de 11 días de homenajes, Reino Unido retornó a la realidad de un país enfrentado a la crisis económica y una monarquía cambiante.
Londres emprendió una gigantesca operación de limpieza tras el "funeral del siglo” que reunió a cerca de un millón de personas en las calles, según estimaciones de la policía.
El gabinete retomó también su actividad. La primera ministra, Liz Truss, nombrada por Isabel II solo dos días antes de su muerte, viajó a Nueva York el lunes por la noche para participar en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
La nueva líder conservadora, que sucede al controvertido Boris Johnson, tiene por delante la búsqueda de soluciones a la crisis que vive Reino Unido por el costo de la vida.
De hecho, su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, presentará este viernes un plan económico contra las consecuencias de una inflación de 9,9% anual, impulsada por los precios de la energía.
Las protestas sindicales por el alza de los precios, que quedaron en suspenso por la muerte de la reina Isabel II, también se reanudarán la semana próxima, con una huelga de conductores de tren.
En la monarquía también se prevén cambios. Con la llegada al trono de Carlos III, de 73 años, menos popular que su madre, es un hecho que habrá reformas en la institución y sus finanzas. Además, se espera que con la muerte de la reina, que fue comparada con el pegamento que mantenía la cohesión de Reino Unido, se reaviven sentimientos independentistas, por ejemplo en Escocia.
La Mesa de Análisis Internacional con Andrea Burstin, Gustavo Calvo y Leo Harari.