Las primeras medidas tomadas en Twitter por su nuevo dueño, el multimillonario sudafricano Elon Musk, generaron varias reacciones en los últimos días.
Una semana después de haber tomado control de la compañía, Musk ordenó el despido de aproximadamente la mitad de los 7.500 empleados. Los recortes afectan a múltiples divisiones, incluidos los equipos de confianza y seguridad que gestionan la moderación de contenidos, así como la ingeniería y el aprendizaje automático, según informes estadounidenses.
Varias organizaciones de la sociedad civil y expertos en libertad de expresión advirtieron en los últimos días que los despidos pueden afectar la capacidad de la red social para frenar la desinformación, un fenómeno que preocupa en estas horas previas a las elecciones legislativas de mitad de mandato en Estados Unidos.
Sin embargo, Musk, autoproclamado "absolutista de la libertad de expresión", rechazó esa evaluación y tuiteó: "Hemos visto que el discurso de odio en ocasiones esta semana disminuyó *por debajo* de nuestras normas anteriores", aunque no presentó datos para respaldar esta afirmación. "Para ser muy claro, el fuerte compromiso de Twitter con la moderación de contenido permanece absolutamente sin cambios", escribió el viernes.
Musk había prometido reducir las restricciones de contenido de Twitter y, desde la adquisición, ha anunciado planes para crear un "consejo de moderación de contenido" que revisará las políticas de la empresa.
Por otro lado, Twitter empezó a publicitar una nueva versión de Twitter Blue, a la que se accederá pagando una suscripción de 8 dólares mensuales. Esta variante de la plataforma ofrecerá la marca azul que señala una cuenta como verificada, así como menos exposición a la publicidad. Además, allí se podrá publicar videos y mensajes de audio más largos.
Hasta ahora es gratuita la verificación de las cuentas que sirve como prueba de autenticidad para las cuentas de usuarios como políticos, gobiernos, periodistas, celebridades y deportistas.
Luego de que se anunciaran estos cambios, el alto comisionado de derechos humanos de las Naciones Unidas, Volker Turk, instó a Musk a hacer del respeto a los derechos humanos un tema central de la red social. "Twitter tiene la responsabilidad de evitar amplificar contenidos que puedan dañar los derechos de las personas", dijo en una carta abierta.
La Tertulia de los Lunes con Miguel Brechner, Martín Bueno, Pablo Carrasco y Patricia González.
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