Visita de Lula a China y EAU provocó tensiones entre Brasil y Estados Unidos
La reciente visita del presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva a China y a Emiratos Árabes Unidos provocó varios puntos de fricción entre Brasil y Estados Unidos.
Este domingo en Abu Dhabi, Lula propuso una mediación conjunta con China y Emiratos Árabes Unidos para poner fin a la guerra en Ucrania. Un día antes, luego de reunirse en Beijing, con Xi Jinping, el presidente brasileño criticó de manera frontal el papel que Washington está teniendo en la guerra.
“Es preciso que Estados Unidos pare de incentivar la guerra y comience a hablar de paz, junto con la Unión Europea”, dijo Lula.
Esas declaraciones provocaron la respuesta de Washington. «Brasil está repitiendo como un loro la propaganda rusa y china sin observar para nada los hechos», declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, sin mencionar a Lula.
Ayer, el principal asesor de política exterior del presidente Lula da Silva, Celso Amorim, calificó los comentarios del gobierno de Estados Unidos como «absurdos». Lula, por su lado, destacó que su gobierno «al mismo tiempo que condena la violación de la integridad territorial de Ucrania, defiende una solución política negociada para el conflicto».
El contrapunto entre Brasil y Estados Unidos no se limitó sólo a la guerra en Ucrania. En China el líder de izquierda criticó el dominio del dólar en el comercio mundial y abogó por una nueva moneda para las transacciones entre los países miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Esas declaraciones generaron una respuesta del embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon. El diplomático comentó en una entrevista con OGlobo que Lula está “repitiendo la narrativa de China”, y eso no le hará ningún bien a Brasil. “Entiendo que China es un socio importante para Brasil en la economía global. Entiendo que Brasil quiere tener una relación positiva con China. Pero, dicho esto, Brasil debe presentarse como un país que define sus intereses, que articula esos intereses, y que no parece subordinado a nadie. Hoy veo a Brasil repitiendo la narrativa de China, sin necesariamente obtener algo importante para los intereses de Brasil”, indicó.
La Mesa de los Miércoles con Agustín Iturralde, Eleonora Navatta, Desireé Pagliarini y Oscar Sarlo.
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The Economist: “Uruguay está perdiendo reputación como historia de éxito en América Latina”
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3 Comentarios
Lula es el mismo, negociador, pragmático y proactivo.
Me sorprendió que en toda la charla no se mencionara el centro de la intención de Lula (la que comparte con el BRICS, mas allá de las obvias y grandes diferencias que tiene con Xi y Putin) y es la monetaria, esos países necesitan urgente para su comercio una/s alternativas al dólar como unidad única y homogénea de transacción; tras ello está el intento de construcción de un sistema financiero (bancario) independiente de la FED y la regulación económica de EEUU.
Desprenderse del ancla del dólar significa soberanía monetaria mayor, el resto del paquete geopolítico está luego de esa primera voluntad.
La postura de Lula es equilibrada en el sentido de que critica la invasión rusa pero sin celebrar la guerra todal de USA y sus aliados para acorralar a Rusia. Podemos irnos al pasado hasta la noche de los tiempos con preguntas contrafácticas: sin armas, entrenamiento, dinero e información de inteligencia de USA y sus aliados, Ucrania ya habría caído; pero también sin el avance feroz de USA y su NATO hacia el este, Rusia no habría invadido Ucrania. Más aún, sin el golpe de estado de 2014, todo habría seguido su curso, aunque NATO violó los acuerdos por los cuales la URSS y luego Rusia accedieron a desmontar su tratado defensivo en espejo. Para Rusia ver caer a Ucrania en la NATO es una línea roja y eso lo veo plenamente justificado: USA jamás lo permitiría con México o Canadá.
La épica de USA es la de mostrar a la URSS y a sus herederos rusos como los derrotados y razonar que si perdieron, no tienen derecho a la menor consideración. Rusia en cambio es un imperio histórico en occidente, lo era cuando el Myflower todavía no había siquiera sido construído. Uno de los problemas más grandes con USA es su forma irreverente de querer borrar de un plumazo historias milenarias y poner de rodillas estados que no se van a entregar sin ponerle un precio muy alto a su piel.
Ser equilibrado de este lado del mundo es alinearse con USA, que siempre tiene razón y tiene 800 bases militares alrededor del mundo porque tienen un delivery de democracia y libertad para ofrecernos para nuestro regocijo. Hoy hablaba Pagliarini de que China «invade» por la vía del comercio y las inversiones. ¿Qué podríamos decir de USA, entonces? Como dicen, sarna con gusto no pica. Si nos gusta el imperio, entonces ni nos damos cuenta de su dominio. Si no nos gusta, empezamos a tener escozor. La realidad es otra: ni USA ni China van a hacer nada movidos por nuestro interés. El defender nuestro interés es asunto nuestro.
Por último: la izquierda que representa Lula es la de los «liberales» a la anglosajona. El PT de Brasil compra entero el paquete del Partido Demócrata, con su agenda de derechos, su visión de un capitalismo asistencialista y globalista, su agenda ambiental, etc. Eso es bueno en algunas cosas, en otras quizá un desvarío irracional, pero si hay algo de lo que está lejísimos es del conservadurismo moral y religioso de Putin. El punto no es ese, es que el Brasil, aún teniendo una política que bien podría suscribir Biden, es más libre con USA menos hegemónio. Es más libre para comerciar, es más libre para tejer alianzas, para dejar de respaldar la desenfrenada emisión de deuda de USA con producción de terceros países. El mundo con dos polos fuertes es más libre que con uno solo y hegemónico, aún si a uno le cae bien su ideología (como, insisto, al Brasil de Lula le sienta muy bien un Biden).
Me quedé pensando… de hecho, el presidente brasileño ideológicamente afín a Putin fue Bolsonaro. Siempre lo dijo y fué recíprocamente muy elogiado por Putin justamente por su perfil moralmente conservador. Eso no quiere decir que no haya estado bien Bolsonaro al tomar distancia de USA en esta guerra. Bolsonaro lo hizo y Lula lo retoma y creo que ambos tienen razón, siendo que no piensan ni parecido. Están defendiendo los intereses de un país que quiere ganar protagonismo en el mundo y que para eso precisa que el poder mundial esté más dividido. USA es como el ombú, no crece nada bajo su sombra. China y Rusia le dan protagonismo a Brasil, lo tratan como un par siendo que no lo es.