Contexto, vida y obra de una de las figuras monárquicas y culturales más importantes en la historia de nuestro idioma: Alfonso X el Sabio, que vivió entre 1221 y 1284, fue rey de Castilla y León desde 1252 y hasta su muerte y dejó un legado de incalculable valor para la expansión y consolidación de la lengua castellana.
Diálogo con la profesora Elena Ruibal, docente, estudiosa de las letras españolas.
Todos nos hemos preguntado alguna vez si, al referirnos a nuestro idioma, debemos decir "español" o "castellano". Esa polémica —dice la RAE— está superada, pues a esta altura ambas palabras nombran suficientemente bien a la lengua más extendida de España e Hispanoamérica.
Lo que no está claro, en cambio, es cómo se forma históricamente el castellano (es decir, en la Edad Media, el idioma de Castilla). ¿Absorbiendo a todos los otros idiomas de la península —el gallego, el catalán, el euskera— alimentándose de ellos y simplemente imponiendo su nombre? ¿O propagándose él mismo, sin cambios significativos, imperialmente, reduciendo a los demás a expresiones únicamente locales o directamente haciéndolos desaparecer y convirtiéndose en el idioma excluyente de la conquista?
En ese desasosiego, una realidad es indudable: en el afianzamiento del idioma de Castilla como el idioma dominante de la vieja España y con efectos hasta nuestros días, hay una figura clave y es la de Alfonso X el Sabio, que nació el 23 de noviembre de 1221 en Toledo y murió el 4 de abril de 1284 en Sevilla, rey de Castilla y León por más de treinta años.
Poeta, astrónomo, jurista, ajedrecista, Alfonso X fue un rey de notables inquietudes estéticas y científicas. Su reinado, que se extendió de 1252 hasta su muerte, sirvió para juntar en una única corte a intelectuales cristianos, judíos y musulmanes que, por encima de todas sus diferencias, se dedicaron a leer, a escribir y a traducir grandes obras, impulsando enormemente el proceso llamado Escuela de Traductores de Toledo y con un detalle absolutamente revolucionario a tener en cuenta: el idioma elegido para toda aquella actividad, por orden expresa de Alfonso, no era el culto latín de los monjes sino la lengua vulgar de Castilla: el castellano.
Ese decisivo empujón (del que podría decirse que ilustra la importancia de la literatura en los grandes avances imperiales), ocho siglos atrás, a base de traducir al padre o abuelo de nuestro idioma toda clase de textos literarios, jurídicos, astronómicos, médicos, es uno de los acontecimientos más determinantes en la historia de las razones por las que la lengua que hablamos —por ejemplo, aquí en Uruguay— mantiene todavía el nombre de la tierra de los castillos, tan identificada con Alfonso.
Este sábado en Oír con los ojos recordamos a Alfonso el Sabio, su Castilla, su vida y su legado, en diálogo con la estudiosa de las letras españolas Elena Ruibal. Licenciada en Letras, investigadora del CEDEI (Centro de documentación y estudios de Iberoamérica), sede de la Colección y Archivo Xalambrí, Miembro fundador de la Comisión Montevideo Ciudad Cervantina desde 2015.
Imagen: Don Alfonso El Sabio y los libros del saber de astronomía. Dióscoro Puebla. 1881
Oír con los ojos T05P34
Emitido el sábado 25 de septiembre de 2021
Conducción: Fernando Medina
Los contenidos de Oír con los ojos están todos disponibles en radiomundo.uy y en Spotify
***
Enlaces externos
Oír con los ojos, cuenta en Instagram
Oír con los ojos, cuenta en Twitter